Los bloques comienzan a dividirse.
Las piezas, antes geopolĆticamente bien acomodadas, no embonan ahora en el tablero internacional ante la tormenta perfecta que se formĆ³ el 23 de junio de 2016 cuando los ingleses, muchos de ellos jĆ³venes, le dieron el SĆ a la separaciĆ³n del Reino Unido de la coaliciĆ³n de paĆses mĆ”s ordenada del planeta: la UniĆ³n Europea.
Fundada en 1957 por paĆses como Alemania, Francia y los PaĆses Bajos, entre otros mĆ”s, la UniĆ³n Europea (UE) se fue consolidando.
En 1993, 28 naciones decidieron unir sus destinos en una moneda comĆŗn, el euro, una elegante bandera azul con estrellas doradas.
Liderazgos inspiradores que emitĆan solidarios discursos y un poderoso parlamento de 751 miembros, que analizan el dĆa a dĆa de su agrupaciĆ³n en su emblemĆ”tica sede instalada en Bruselas.
Estos poderosos sĆmbolos, que operan con la precisiĆ³n de reloj suizo, le dan a la UE un posicionamiento de club exclusivo de naciones, que la ubica ante el concierto mundial en primerĆsima fila.
Marketing y cabildeo trabajando juntos para que los paĆses miembros se sienten con calma a dirimir los grandes temas de hoy.
La migraciĆ³n, el comercio, la seguridad y el liderazgo, son issues retomados por los lobbistas, para presionar a los tomadores de decisiones en favor de sus clientes.
Veamos ahora cĆ³mo el carnet de identidad europeo trabaja.
Integra siete por ciento de la poblaciĆ³n mundial y produce 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del orbe.
Es un centro financiero y la fĆ”brica de ingenieros que trabajan con orden, innovaciĆ³n y cuidado del medio ambiente.
Nada parecĆa entorpecer su marcha triunfal, que podĆa pasar por cualquiera de sus mĆticos Arcos del Triunfo bellamente construidos en ParĆs o en Roma, hasta que hace dos aƱos y medio, James Cameron, el exprimer ministro inglĆ©s, decidiĆ³ que sus gobernados deberĆan contestar una pregunta: āĀæDeseas seguir formando parte de la UniĆ³n Europea?”.
Una pregunta simple, pero de respuesta complicada, que le costĆ³ su renuncia y que muchos ingleses optaron por no racionalizar lo suficiente.
ĀæEl resultado? 52 por ciento dijo āseparĆ©monos” y 48 por ciento, āsigamos juntosā.
Esto es lo mĆ”s parecido a un divorcio y asĆ se le menciona ahora a nivel de ley, pues Theresa May, la actual primer ministro, miembro del partido conservador y unionista, no ha podido cabildear con su parlamento primero y con la UE despuĆ©s, un documento de salida que las dos partes avalen.
La disputa por la salida continĆŗa y tiene una fecha lĆmite: 29 de marzo, ademĆ”s de un costo de salida por 39 mil millones de euros.
Por si no fuera suficiente, Europa unificada tiene en su radar dos buques destructores mƔs que avanzan hacia sus costas con buena velocidad:
Salida de Merkel
El prĆ³ximo retiro de Ćngela Merkel, canciller alemana, quien en 2017 fue seleccionada por la Revista Forbes como la mujer mĆ”s poderosa del mundo por undĆ©cima ocasiĆ³n.
Donald Trump
El enfrentamiento que sostiene Donald Trump con la UE, en un duelo de liderazgos, poses y declaraciones sobre los temas de comercio, migraciĆ³n y calentamiento global.
Nuestro deseo es que pronto la UniĆ³n Europea encuentre a su nuevo lĆder ante el retiro de Ćngela Merkel y todo apunta a que pudiera ser Emmanuel Macron, si puede resolver el tema de los chalecos amarillos que lo ha puesto a trabajar horas extras.
La UE requiere ya un nuevo y refrescante liderazgo.
Del mismo modo, Theresa May, deberĆ” encontrar el discurso y el acuerdo que le permita al Reino Unido una salida de la UE sin sobresaltos econĆ³micos y culturales.
Si estas dos acciones no operan adecuadamente, se formarĆ” la tormenta perfecta que desdibujarĆ” a la UniĆ³n Europea frente a otros liderazgos mundiales.
Nos encontraremos mƔs adelante.
Federico Torres LĆ³pez
Subdirector de los programas de Posgrados en ComunicaciĆ³n de la Universidad Panamericana, jefe de la Academia de ComunicaciĆ³n PolĆtica, profesor, asesor polĆtico y conferencista. Ex director de comunicaciĆ³n en los tres niveles de Gobierno en MĆ©xico.