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La auditoría que se publicó hoy sobre los procesos internos de Facebook fue solicitada por la misma red social en 2018
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Al respecto del reporte, la CCO de la compañía Sheryl Sandberg apuntó que no había soluciones fáciles
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Sin embargo, la ejecutiva no detalló que tipo de acciones tomaría la empresa de Mark Zuckerberg a futuro
Los últimos días han sido difíciles para Facebook. Desde hace ya una semana que se inició el boicot publicitario contra su plataforma, respaldada por algunas de sus anunciantes de mayor tamaño. Lo anterior no solo ha herido gravemente las ganancias de la red social. También ha puesto especial atención al tema que supuestamente motivó la protesta: el discurso de odio. Sin embargo, parece que los problemas de Mark Zuckerberg apenas están por ponerse peor.
De acuerdo con AP, una auditoría independiente realizada dentro de Facebook en el transcurso de los últimos dos años ha hallado “severos retrocesos” en el combate al discurso de odio. El reporte apunta que ciertamente la red social ha hecho algunas mejoras con el paso del tiempo. Sin embargo, también reafirma que en los últimos nueve meses se han tomado decisiones que han tenido efectos negativos graves en el entorno de los derechos civiles en nueve meses.
Según Reuters, estos cambios de hecho podrían permitir que la plataforma sea utilizada como un “arma” para promover mensajes de odio. Específicamente se menciona la decisión de dejar que el presidente Donald Trump coloque sus controversiales publicaciones como un “terrible precedente”. Según varios grupos civiles, al permitir que el ex-magnate se saliera con la suya, Facebook abrió la puerta al uso de la desinformación para herir la democracia a otros políticos.
El boicot contra Facebook debería extenderse
Cabe destacar que la plataforma de Mark Zuckerberg no ha sido la única bajo fuego por cómo interactúa con las fake news y el discurso de odio. YouTube ha tenido que juntarse a Wikipedia para reducir el impacto de los videos falsos. Y Twitter, a pesar de sus medidas, es todavía el canal favorito de Trump para sus posts controversiales. Pero la situación de Facebook es aún más grave, pues su manejo del boicot no solo ha sido arrogante, tampoco le obliga cambiar.
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De nuevo, la suspensión en la inversión publicitaria se hizo, de acuerdo con los anunciantes, para exigir un mayor control de los discursos de odio. Claro, la protesta responde no tanto a la responsabilidad social sino a sus propias razones egoístas (específicamente, el tema de la seguridad de marca). Pero es evidente, tanto por el estudio como por la misma actitud que tiene Facebook, que no habrá un cambio. Lo congruente, entonces, sería extender el boicot.
Así que si Facebook tiene un problema ahora, los 900 anunciantes que decidieron dejar de invertir durante todo julio van a estar en un desafío todavía peor en menos de tres semanas. Entonces, probablemente mucho antes, tendrán que anunciar qué hacer con la red social y su inversión publicitaria, suponiendo que no haya cambios concreto (como seguro no habrá). Y ahí los consumidores podrán ver qué marcas están realmente comprometidas con el cambio.
Responsabilidad social en tiempos post-COVID
La diseminación del odio, las fake news y el discurso político divisivo han sido problemas muy recurrentes desde hace años. Comunidades como la de la gente LGBT+ conocen de primera mano las consecuencias sociales de prácticas como las de Facebook. Los medios de noticias están en una profunda crisis de confianza por culpa de la desinformación. Eso sin contar que algo tan simple como el uso de un vehículo puede provocar una ola de insultos en las redes.
Por eso es tan importante que las marcas continúen con el boicot de Facebook si Zuckerberg no se puede comprometer al cambio. Eso, y porque hay una nueva era de responsabilidad social corporativa (CSR). Varios estudios apuntan que la pandemia aumentó el peso que estas acciones tienen en la decisión de compra. Según ABA, la gente ahora quiere que las marcas resuelvan activamente los retos globales. YouMatter dice que será una obligación, no un plus.