En México la falta de inclusión financiera representa un área de oportunidad para las aplicaciones de tecnologías financieras (Fintech) de acuerdo con un estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según el reporte, el 49 por ciento de la población en América Latina no tienen acceso al sistema financiero. En la región existen 703 empresas fintech de las cuales 263 se ubican en Brasil, 180 en México; 84 en Colombia; 72 en Argentina y el resto se divide en el resto de naciones que conforman la zona.
Para el BID este tipo de servicios han transformado la industria, modificó las pautas de competencia y competitividad no solo en el mercado financiero sino en las políticas públicas de los países de la región, así como en las entidades financieras de las naciones desarrolladas.
El informe señaló que los emprendimientos Fintech comienzan a consolidarse como tendencia a partir de 2011 cuando se observó la creación del primer gran grupo de empresas jóvenes, antes de ese año apenas un 11 por ciento de ellos existía.
Para 2013 se habían constituido 40 por ciento de las compañías , mientras que para 2015 la cifra ya ascendía a más del 78 por ciento.
La clave del éxito radica en que las Fintech apuntan a servir a segmentos hasta ahora no cubiertos, la principal misión es servir a clientes que se encuentran fuera o subatendidos por los servicios financieros tradicionales, ya sean individuos o pequeñas y medianas empresas (PYMES).
En México, existe una necesidad importante de crédito para pequeñas y medianas empresas. Este sector representa el 95 por ciento de los negocios en el país, sin embargo no ha sido prioridad para las grandes instituciones financieras, indicó el documento.
Cifras de la Secretaría de Economía precisan que únicamente el 39 por ciento de la población cuenta con acceso a servicios financieros formales. Este dato por si solo da una idea de la enorme oportunidad que ofrece la nación a las aplicaciones Fintech.
En los últimos años, este ecosistema se ha beneficiado de una serie de acontecimientos que lo fortalecen como lo son: el lanzamiento de programas de incubación y aceleración de emprendimientos especializados en tecnologías financieras, importantes rondas de consecución de capital emprendedor, así como la propuesta de la “Ley Fintech” impulsada por la Secretaría de Hacienda.
Ante este panorama, el Banco de México (Banxico) ha recomendado a los grupos financieros tradicionales que realicen significativas inversiones para poder competir contra este nuevo segmento de financiamiento.
Otro elemento a considerar son las multas y sanciones que ha recibido la banca tradicional, en el primer trimestre del año la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) impuso un total de 69.4 millones de pesos en infracciones, derivado de conductas que afectan el desempeño del sistema financiero mexicano.
De esta forma se observa como estos nuevos competidores se han posicionado en un margen corto de tiempo en el país; estas nuevas herramientas favorecen al consumidor quien ahora posee más opciones al momento de elegir un rendimiento para su dinero, se facilita la inclusión de un mayor número de personas al sistema financiero, fomentará el ahorro y generará mejores prácticas por parte de la banca tradicional.