Según estudios realizados por ON24, empresa con sede en San Francisco que comercializa productos y servicios basados en la transmisión por Internet y la tecnología de eventos virtuales y entornos, el impacto de realizar webinars y de enviar e-mails se ha incrementado notablemente desde que empezó la pandemia por COVID-19.
Este detallado estudio revela que año tras año la cantidad de eventos realizados en martes y viernes han aumentado entre un 220% y un 271% respectivamente y el lunes ha roto récords con un asombroso salto del 441%.
Si bien, para muchas personas resulta cómodo, atractivo, interesante y valioso, hay otras que se sienten un tanto sobresaturadas y el estar viendo conferencias, eventos y promociones en pantalla ya los tiene un poco cansados, pero finalmente, estas herramientas normalmente son ofertas sin costo y completamente voluntarias. Los números revelan lo siguiente:
Los días que se recomiendan más realizar webinars son:
- lunes
- martes
- miércoles
Los días menos recomendables son los viernes, sábados y domingos.
Los horarios más recomendados son a las:
- 11:00 am
- 10:00 am
- 9:00 am
En cuanto a los emails promocionales y newsletters, los estudios revelan que los días que mejor funcionan son:
- martes
- lunes, miércoles y jueves por igual
Los días que menos funcionan son los viernes y, especialmente, sábados y domingos.
Por lo tanto, sigue siendo excelente momento de poner atención a los contenidos y ponentes de los webinars, mejorar la producción de manera sencilla y creativa, además de cuidar temas de recepción, audio, voz, luz y evitar a toda costa ruidos y distractores externos.
Seguramente, cada uno de ustedes tiene ya una colección de anécdotas de lo que puede suceder en las reuniones virtuales: desde perros caminando, ladrando, sonidos del tren, los emblemáticos camiones que venden camotes y que compran fierros y muebles usados, hasta familiares que desfilan detrás de alguno de los ponentes o que, de plano, meten la cabeza o parte de su cabello a la pantalla; bueno, uno que realmente me ha hecho reír es escuchar gallinas a media junta.
Algunos de estos factores sí son controlables y pueden estar en nuestras manos, otros no, por ejemplo: “el tren”; quien vive cerca de la vía del tren no tiene manera de pedir que deje de funcionar y de hacer ruido.
Así que, los webinars nos permiten aprender, conocer a nuevas personas, diferentes entornos, paisajes, escenarios internos y externos de los voceros, desde el home office y, de pronto, nos dan el gusto de podernos reír un poco de estos factores no controlables.
Las reuniones y eventos virtuales seguirán siendo de gran uso y utilidad, por lo tanto, recomiendo leer, ver tutoriales, adquirir equipo adecuado y aplicar tips que hagan de esta experiencia algo agradable y de impacto positivo tanto para voceros como público asistente.