El gobierno de Donald Trump ordenó este jueves el ataque con 59 misiles Tomahawk contra una base militar del régimen sirio de Bashar al Assad, cercana a la ciudad de Homs, sin embargo; un cuestionamiento se ha hecho presente en las últimas hora ¿a qué obedece esta decisión por parte del mandatario estadounidense?
En el lenguaje del marketing político, la definición propia de política es el “arte de gobernar”, en otros rubros se trata de una actividad para los que tienen el poder o buscan llegar a él.
.@DeptofDefense: Este es el video de los lanzamientos #Tomahawk contra Siria. Más en https://t.co/O0nWIxt3Nf. #Syria pic.twitter.com/8rCBaHB0dK
— USA en Español (@USAenEspanol) 7 de abril de 2017
Donald Trump está viviendo los niveles más bajos de popularidad que un presidente de Estados Unidos hubiera experimentado antes. Según cifras de la encuesta de Gallup del 20 de marzo, el mandatario de línea republicana, sólo tiene la aprobación del 37 por ciento de los estadounidenses.
Para la consultora, es el nivel más bajo que haya tenido un presidente de ese país en los últimos 20 años, comparándolo incluso con los momentos más difíciles de Barack Obama, George Bush o Bill Clinton, antecesores de Trump.
Entre los temas que han generado daño político al mandatario se encuentran su posición proteccionista y antiinmigrante, además de sus supuestas colaboraciones con el gobierno de Rusia, señalamientos que han generado, en menos de tres meses de gobierno, la destitución de colaboradores cercanos (Michael Flynn y Steve Bannon, ambos en seguridad).
Rusia, el aliado de siria
Recordemos que Rusia es uno de los países que se ha manifestado a favor del presidente sirio, Bashar al Assad, quien desde 2011 enfrenta una guerra civil que ha generado entre los 320 y los 400 mil muertos, de acuerdo con cifras de la ONU y el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
El argumento del presidente Trump para enviar a sus tropas a bombardear la base militar de Homs fue derivado del ataque con armas químicas que aviones lanzaron contra la población siria de Jan Sheijun, en la provincia de Idleb, que dejó cerca de 86 muertos (cerca de 30 niños) y más de 160 heridos.
Tonight I ordered a targeted military strike…… pic.twitter.com/3nUzrdiGzX
— President Trump (@POTUS) 7 de abril de 2017
Para Trump, “el ataque contra los niños de ayer (miércoles) tuvo un gran impacto sobre mí, un gran impacto”, indicó en conferencia de prensa luego de que se confirmara el ataque estadounidense sobre territorio sirio.
This teen lost 19 family members in the Syria chemical attack https://t.co/499fBc3yLy pic.twitter.com/GhKswNzNkn
— CNN International (@cnni) 7 de abril de 2017
Hasta el ataque del jueves, Estados Unidos (junto con Reino Unido y Francia) habían llevado a cabo incursiones aéreas contra Estado Islámico en Siria; sin embargo, evitaban ataques contra a las fuerzas del presidente Bashar al Assad.
Donald Trump rompió con la postura y decidió agredir al principal aliado de Rusia en la región, por lo que esto puede perjudicar las relaciones entre Washington y Moscú, ambos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Siria es considerada clave para los intereses estratégicos de Rusia, ya que es el país donde el gobierno de Vladimir Putin tiene su mayor base militar fuera de sus fronteras.
Rusia además ha sido un actor importante para la permanencia de Al Assad desde que en 2015 lanzó una campaña aérea para “estabilizar” al gobierno sirio, que había recibido varias derrotas de manos de las fuerzas rebeldes.
Trump ‘busca redimirse’
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo durante la mañana de este viernes que “este paso que ha dado Washington inflige un daño significativo en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, que ya estaban en una situación lamentable”.
Diversos reportes periodísticos señalaron que Estados Unidos habría notificado a las fuerzas rusas previamente al bombardeo y evitó atacar partes de la base militar en las que había presencia rusa.
Trump siempre se ha manifestado como un admirador de Vladimir Putin. Una idea que lo ha alejado de los “buenos ojos” de los estadounidenses (porque aunque parezca mentira, muchos siguen viviendo la Guerra Fría contra la URSS) y debe desmarcarse de ella para despuntar en popularidad.
Para diversos analistas en el mundo, esta “primera guerra de Donald Trump” marca una victoria política contra él mismo y contra un mensaje que lo estaba manteniendo en la lona. Tendremos que ver qué tanto lo ayudará o perjudicará en las próximas semanas.
.@SenJohnMcCain: “This president reacted to events which were so horrific that it required American reaction.” pic.twitter.com/5to9xtD3ID
— Fox News (@FoxNews) 7 de abril de 2017