El Wall Street Journal ha revelado hace pocas horas que muchas de las funciones relacionadas con la salud anunciadas en la presentación del Apple Watch, no estarán presentes en la primera generación de relojes que saldrá a la venta en abril.
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Entre los sensores anunciados se encontraban los dedicados a la medición del estrés, la presión arterial, o la glucosa en sangre, sin embargo las recientes pruebas de estos, ha demostrado que eran muy complejos de poner a funcionar pues los valores aportados eran inconsistentes.
En otras palabras, las mediciones proporcionadas dependían de cuan ajustado se llevase el reloj o de la cantidad de vello presente en la muñeca del usuario, entre otros factores. Una situación que no cumple los estándares de la marca y por los que se ha decidido no incorporar dichas funciones a los primeros relojes.
Un significativo traspiés, pues sin los sensores de salud, se pierden funcionalidades que le hacen competitivos frente a otros smartwatches, y que tienen a las publicaciones especializadas disertando sobre, cual será el ‘gancho’, más allá del diseño, que tentará a los consumidores a la hora de adquirirlo.
Sin embargo, lo que si se ha podido conocer es que aunque no se incluyan en esta primera edición los sensores mencionados, si se incluirá el de mensajes basados en el ritmo cardiaco, además de asegurarse que Apple trabaja desde ya, para incorporarlos en la próxima generación de relojes que lance al mercado, después de su estreno, el próximo abril, en el mundo de los wearables.