El aspirante a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump no puede dejar pasar un día sin generar polémica, una campaña de marketing político que le ha funcionado a la perfección y encabeza las preferencias entre los republicanos. Ahora publicó un video en el que aparece Hillary Clinton ladrando como perro y Vladimir Putin, presidente de Rusia, burlándose de ella.
Para que un aspirante obtenga la candidatura del Partido Republicano necesita obtener a través de las elecciones primarias en los estados la mitad más uno de los delegados, esto es mil 237, y Donald Trump lleva la delantera con 673, por encima de los 411 de Ted Cruz, mientras que Marco Rubio, que obtuvo 169, ya abandonó la contienda.
El éxito de Donald J. Trump, cuya campaña era vista como un chiste hace un año, comenzó cuando decidió hacer comentarios incendiarios contra los mexicanos, los musulmanes y cualquier grupo que no sea blanco y “americano”. Su estrategia conectó con el segmento de los conservadores (y racistas) que no son pocos en Estados Unidos.
Trump no es un político, es un empresario y celebridad que mucha gente admira y apoya. Y si la tendencia continúa, será el candidato republicano y no es descabellado que sea el sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca.
Esta semana Trump, quien ha obtenido casi dos mil millones de dólares en publicidad gratuita, presentó en su cuenta de Instagram un video en el que ataca a Hillary Clinton.
Los ladridos de Clinton son reales. Según un reporte de Mother Jones, la ex secretaria de Estado ladró como perro en un evento en Nevada, para describir un comercial de radio que escuchó alguna vez en Arkansas. El equipo de Trump lo sacó de contexto y el resultado fue ofensivo y también gracioso para muchos, pues tiene más de 50 mil likes.
Al gobierno ruso tampoco le pareció buena idea que se muestre al presidente Putin como un enemigo que se burla. Según el Hufftington Post un vocero del Kremlin señaló que “demonizar a Rusia o cualquier cosa relacionada con el país es algo desafortunado en las campañas estadounidenses”.
Hasta este indicente, la relación entre Trump y Putin había sido de “admiración mutua” luego de que el magnate dijo que apoyaría la intervención militar rusa en Siria, algo que, por cierto, está por terminar.
