El aƱo iniciĆ³ con sucesos bĆ©licos que nos llevan a reflexionar sobre cuĆ”l es el futuro del mundo ante hechos de este calado. Donald Trump activĆ³ el botĆ³n contra IrĆ”n y el orbe se estremeciĆ³ ante las consecuencias de esta confrontaciĆ³n.
ĀæEn quĆ© va a parar todo esto? Revisemos los siguientes puntos:
Los protocolos gubernamentales que cualquier paĆs tiene para llegar a tomar una decisiĆ³n de este tamaƱo son complicados y fruto de innumerables sesiones de anĆ”lisis de los think tank militares y estratĆ©gicos que, en el caso de Estados Unidos (EU), deben ser intensos y precisos en su ejecuciĆ³n. Imaginen la escena en donde, finalmente, Trump ante sus generales decide el ataque al Gral. IranĆ Soleimani. Es la conclusiĆ³n de todas esas reuniones preparatorias.
La comunicaciĆ³n y la socializaciĆ³n interna al vender el concepto para iniciar un conflicto bĆ©lico con tantas aristas (como es el caso) debe ser objetiva, generosa en argumentaciones, con los pros y los contras de la decisiĆ³n, y con agudas posiciones sobre el estatus del tablero de la geopolĆtica mundial. La pregunta fundamental despuĆ©s de activada la acciĆ³n es: ĀæquiĆ©n apoyarĆ” a quiĆ©n?, ĀæquĆ© paĆses se alinearĆ”n con cada uno de los contendientes? Y, sobre todo, ĀæcuĆ”l es la salida final para el conflicto? Siempre se debe tener una.
En un mundo interconectado como el nuestro, las repercusiones son inmediatas y lo hemos visto en estos primeros dĆas del aƱo con la subida en los precios del petrĆ³leo, el precio del dĆ³lar y las respuestas de uno y otro bando con nuevos ataques (ahora hasta con un sospechoso derribo de un aviĆ³n comercial ucraniano en suelo iranĆ).
Lo cierto, estimado lector, es que esto se convierte en un juego de poderes en donde se imponen las acciones actuales y futuras con base en la fuerza, y en donde la razĆ³n muchas veces luce por su ausencia.
Analicemos la siguiente frase de MoisĆ©s NaĆm, tomada de su libro El Fin del Poder, relativa a la cuantificaciĆ³n del poder y que nos ilustra sobre nuestro tema de hoy:
āEl poder nunca existe de manera aislada, siempre involucra a otros actores y se ejerce en relaciĆ³n con ellos. El poder de una persona, una empresa o un paĆs es siempre relativo al que tiene otra persona, empresa o paĆs. Cuanta mĆ”s precisiĆ³n tengamos a la hora de definir quiĆ©nes son los actores y quĆ© es lo que estĆ” en juego, mĆ”s claro veremos el poder; dejarĆ” de ser una fuerza poco definida para convertirse en todo un menĆŗ de acciones y posibilidades para moldear una determinada situaciĆ³nā.
En el caso que analizamos esta semana nos imaginamos cuatro variantes que estuvieron en la mesa en la toma de decisiĆ³n del Presidente Donald Trump en independencia del factor electoral y Ć©stas son:
La fuerza como instrumento contundente a travƩs del cual se ejerce el poder en situaciones extremas.
El cĆ³digo. Vivimos dentro de un mundo regido por las simbologĆas que dirigen nuestro accionar (a veces las seguimos y a veces no, dirĆa MoisĆ©s NaĆm). Este cauce del poder no emplea la coacciĆ³n, sino que activa nuestro sentimiento de obligaciĆ³n moral.
El mensaje constituye la capacidad de persuadir a otros y hacerles ver la situaciĆ³n, de tal forma que se sientan impulsados a seguir los designios del persuasor.
El incentivo, que es visto cuando la gente acepta una recompensa a cambio de hacer cosas que en otro caso no harĆa. Cualquier persona con la capacidad de ofrecer recompensas materiales dispone de una importante ventaja a la hora de lograr que otros se comporten de manera coincidente con sus intereses.
ĀæQuĆ© tenemos hasta ahora?
La liga de la cordura estƔ tensada al mƔximo. Confiemos en el buen juicio de los gobernantes involucrados para que este delicado tema no escale a mayores proporciones. El fantasma de otra guerra mundial como escenario estƔ latente.
Nos encontraremos mƔs adelante.