Estados Unidos.- Sara J. Slnick– del Departamento de Economía del la Universidad de Vermot– y David Hemenway realizaron un estudio a adolescentes estudiantes de secundaria, el cual tenía el objetivo de analizar la correlación existente entre el consumo de bebidas carbonatadas y no dietéticas (refrescos) con la perpetración de violencia. El cual fue publicado por Injury Prevention; cuyos resultados te mostramos a continuación.
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Notas sobre investigación:
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Esta investigación se realizó a un mil 878 adolescentes con un rango de edad de 14 y 18 años pertenecientes a 22 escuelas públicas del condado de Boston, Massachusetts; para facilitar su estudio los sujetos se dividieron de dos grupos: bajo consumo (hasta cuatro refrescos por semana) y alto (más de cinco latas semanalmente).
Los datos arrojados fueron:
- Los adolescentes que tomaron más de cinco latas de refresco por semana se mostraron más propensos a tener actitudes violentas, entre las que están portar armas y agredir físicamente.
- El 30 por ciento del Universo de investigación se ubicó en la segunda categoría, alto consumo.
- 23 por ciento de los que consumen una o ninguna lata respondió que portaban armas habitualmente, pero para aquellos que decían tomar más de cinco latas el porcentaje de portación de armas se elevó obteniendo un 43 por ciento.
- Aquellos que bebían más de 14 refrescos carbonatados tuvieron conductas violentas en un 27 por ciento.
- 15 por ciento de los adolescentes que no tendía a tomar latas de refresco o que no lo hacían mostraron una tendencia de conducta violenta.
Las conclusiones a las que se llegaron después de evaluar la actitudes junto con factores como el género, consumo de alcohol, tabaco u horas de sueño, los cuales podrían influir en los resultados, se señaló que los altos consumidores de este tipo de bebidas tiene entre 9 y 15 por ciento más posibilidades de tornarse violentos con sus compañeros o familiares; y que es probable que exista una relación directa causa-efecto por el contenido de las bebidas que está integrado por azúcar o cafeína, factor en el que este estudio no indagó.