De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), durante 2016 se vendieron 327 millones de boletos de cine en nuestro país, un crecimiento del 10 por ciento respecto al año anterior, mientras que el primer semestre de 2017 el crecimiento superaba el 10 por ciento.

En tanto, el Estudio de Entretenimiento 2017 del Departamento de Investigación de Merca 2.0 reveló que el 40.2 por ciento de las personas asiste de forma habitual a las salas de cine. El último reporte de Bloomberg, reveló que a nivel global no ha sido un buen año para las taquillas de cine, debido al auge de las plataformas de entretenimiento bajo demanda, como Netflix, Amazon Prime y Hulu.

Y es que a las presiones de Netflix, se suma fusiones de Disney con Fox, en donde las compañías ahora buscan un 60 por ciento de ganancias sobre sus exhibiciones, como Star Wars y próximamente Avatar.

Al parecer, las personas comienzan a preferir pagar 10 dólares mensuales por un servicio de streaming a pagar 10 dólares en una salida al cine. Si bien startups como MoviePass buscan que sus usuarios vayan al cine una ves al mes, parece ser un precedente de cómo podría evolucionar la industria de las salas de cine, el incentivar a los espectadores a ir a salas, a cambio de un boleto y otros pluses, como un servicio de suscripción.

Al parecer, Cinemark es una de las primeras cadenas en echar a andar este nuevo modelo que consiste en un servicio de suscripción que actualiza ubicaciones para que los clientes puedan disfrutar de asientos más agradables e incluso ventajas como la comida y el alcohol, mientras ven películas en streaming o acuden al cine, de acuerdo al plan.

Incluso, el co-fundador de Netflix, Mitch Lowe, quien adquirió MoviePass, refiere que ahora la industria de las salas de cine intentan copiar a la firma de servicios de streaming, ya que su servicio también es de 10 dólares mensuales, pero prometiendo cine de forma ininterrumpida, incluyendo salas de cine, desde formato 3D hasta Imax.