Buenos Aires, Argentina.- La cerveza cada vez gana más adeptos en la Argentina y, al igual que sucede con los vinos, las preferencias se orientan hacia los productos más refinados. Así lo indica una investigación de mercado, donde queda claro que las cervezas premium captan cerca del 20 por ciento del consumo.
Esta nueva tendencia de compra en los puntos de venta de los consumidores argentinos está dada por la mayor oferta de cervezas importadas, productos locales de alta gama y nuevas variedades. Según el informe, de la consultora Nielsen, los productos premium acaparan el 17,2 por ciento de las ventas en 2011, contra el 7,4 por ciento de 2005.
Este marcado crecimiento (del 132 por ciento en sólo seis años) se puede ver claramente en los retails y puntos de venta de todo el país, donde productos marca Heineken y Stella Artois, gana cada vez más lugar entre las góndolas. También en las acciones de marketing de las fabricantes, distribuidoras e importadoras puede apreciarse un vuelco hacia las variedades “top”.
Este fenómeno no se está produciendo sólo en las cervezas. En los mercados del vino, del vodka y el whisky, por ejemplo, mientras el consumo general aumenta levemente (un 5 por ciento anual promedio), lo hace en mayor porcentaje el de los productos nacionales premium e importados.
Además de las mencionadas Heineken y Stella Artois, fabricadas en la Argentina por el grupo chileno CCU y el belgo-brasileño InBev, respectivamente, otras 50 empresas elaboran artesanalmente en el país productos como El Bolsón, Antares, Imperial, Otro Mundo y Patagonia. Entre las importadas, InBev vende Beck´s, Franziskaner, Löwanbräu, Hoegaarden, Paceña y Zillertal. Y CCU distribuye Corona, Negra Modelo, Guinness, Paulaner, Birra Moretti y Kunstmann.
Hay que decir que las cervezas premium fabricadas localmente cuestan un 30 por ciento más que las marcas nacionales tradicionales, como Quilmes, Palermo, Bieckert, Santa Fe o Córdoba. Las importadas, a su vez, pueden valer un 180 por ciento más. Una botella de Heineken o Stella Artois de 970 ml cuesta en los supermercados de Argentina 9 pesos (US$ 2,19) y una de Quilmes (la más vendida del país), 6,80 pesos (US$ 1,65).