En 2016, mediciones de Forbes y Credit Suisse revelaron que el 1 por ciento de riqueza global la poseían 62 personas, quienes tienen el dinero que obtendrían 3 mil 600 millones de personas de clase media-alta. Ahora, la institución financiera ha actualizado sus cifras.
Las nuevas cifras de Credit Suisse solo vuelve más pesimista el futuro, ya que el propio análisis confirmó que la desigualdad “solo empeoraría” en los próximos años. Y es que este 2017 hay más millonarios, concretamente 620 mil personas que se encuentran en Alemania, Francia, Italia y España, mientras que las monedas de Reino Unido y Japón se han depreciado, lo que ha ocasionado que más de 300 mil personas pierdan estatus económico.
No obstante, casi la mitad de los nuevos millonarios en dólares están en Estados Unidos, ya que pese a lo que se tenía previsto, la presidencia de Donald Trump ha impulsado a las empresas y ha incrementado el empleo, aunque el papel de la Reserva Federal ha jugado un papel importante.
Para los ricos, el panorama luce positivo, ya que se prevé ver un aumento del 22 por ciento en millonarios en dólares para 2022, de 36 millones a 44 millones, aunque el problema es que se espera que el número de adultos que tienen menos de 10 mil dólares en sus cuentas bancarias se reduzca en solo un 4 por ciento.
Además de la apreciación de algunas monedas, así como el crecimiento de algunas industrias, la riqueza también aumentó por crisis financieras pasadas, debido a que activos financieros crecieron más rápido que los activos no financieros, ya que el 1 por ciento de ricos que poseía la riqueza global del 45.5 por ciento en 2010, hoy posee el 50.1 por ciento.
El panorama para los países emergentes no es positivo, ya que la riqueza mediana volvió a caer en África, Asia-Pacífico y América Latina, y el escenario para 2022 es todavía más pesimista. Mientras tanto, el 70 por ciento de los adultos del mundo apenas poseen 10 mil millones de dólares.
En cuando al capital humano, los millennials tienen más probabilidades de estar desempleados o ganar menos, así como no tener derecho a una pensión, mientras que los baby boomers tienen la mayor parte de riqueza y vivienda.
