La crisis del coronavirus ha desestabilizado la rutina de muchas personas, generando altos niveles de estrés y desgaste emocional, físico y psicológico. Uno de los grupos que se han visto afectados en este sentido son las mujeres profesionistas y madres que, en muchos casos, absorben además de la carga profesional, la carga del hogar.
Imagina esto, te levantas temprano para hacer el desayuno para tu familia, bañas y arreglas a tus hijos, tratas de apurarte lo más posible porque tienes agendada una junta por videollamada a media mañana, contestas mails, haces la comida, avanzas con tus pendientes pero no has terminado aún y ya tienes que preparar la cena, terminas agotada… ¿Se parece a tu rutina de cada día?
Esta es la realidad de muchas mujeres que, por diversas condiciones, tuvieron que mover sus trabajos a sus casas y combinarlo con labores del hogar, y en su mayoría, esta situación ha recaído desproporcionalmente en las mujeres que han tenido que adoptar ese papel de cuidadoras en el hogar ante el contexto actual. Estas rutinas extensas pueden generar el síndrome de burnout o síndrome del agotamiento que es la respuesta extrema al estrés crónico ante la saturación de actividades que involucran el esfuerzo físico, mental y emocional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este síndrome tiene tres elementos fundamentales: disminución de la energía o altos niveles de agotamiento, falta de interés, negatividad o cinismo hacia el trabajo individual, y reducción de la productividad profesional.
De acuerdo con la COVIDiSTRESS Global Survey la población en México está cerca de los niveles altos de estrés, pues más del 75% de la población lo padece. Además, este estudio “demuestra que ser mujer es un factor definitivamente de mayor riesgo por la violencia o el abuso en el hogar”, indica Carlos Contreras Ibáñez, psicólogo social y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), colaborador en este proyecto.
Algunos de los síntomas físicos que puedes presentar son: insomnio, problemas digestivos, falta de apetito, agotamiento extremo, sensación de fatiga, tensión en los músculos, úlcera gástrica, migrañas u obesidad.
Y en cuanto a los síntomas emocionales: irritabilidad, baja autoestima, nerviosismo, ansiedad, intolerancia a la frustración, pérdida de interés en tareas cotidianas, irresponsabilidad, depresión, despersonalización o desmotivación.
¿Qué puedes hacer para combatir el síndrome de burnout?
Define tus prioridades
Limita tu actividad laboral
Organiza tu tiempo
Date tiempo para ti
Aprende a decir que no
Realiza actividad física
Practica técnicas de relajación
Busca apoyo de las personas cercanas a ti
Ser mamá y profesionista es un gran reto, si sientes que estás cerca de sufrir burnout, detente un momento. No dejes tu salud para después y empieza a consentirte con más frecuencia.