Santiago, Chile.- El acceso a redes sociales es, sin lugar a dudas, uno de los mejores regalos que nos ha dado la nueva tecnología. Ya sea a nivel personal o profesional, éstas nos permiten un grado de comunicación y alcance, sin precedentes. Sin embargo, muchos se quejan de que las relaciones que se establecen en las comunidades son complejas y, a ratos, tienden a ser una fuente más de preocupación. Puede ser, dependiendo de qué tan a pecho te tomes el juego y de qué tan egocéntricos sean tus contertulios. Revisamos aquí algunas conductas que, en una pequeña investigación de campo, surgen como razón para dejar de relacionarse con quienes las detentan.
Gracias por seguirme, ahora yo también te sigo. En Twitter, evidenciar quién es el que primero estableció contacto, suele ser una muestra de egocentrismo total y causa ruido en la relación, desde un principio. Como en la vida, nadie es más importante que el otro, por iniciar un acercamiento.
No me interesas. En la red de micro blogging, muchos intentan parecer estrellas coleccionando seguidores y luego los abandonan para tener un desequilibrio que dé testimonio de su “influencia”. Eso sólo indica que “no le interesas”, entonces ¿por qué habrías de seguirlo/a? Hasta Lady Gaga recién dejó de seguir gente cuando llegó a más de 130 mil. Como ahora tiene más de 35 millones de followers, le debe resultar complejo ir tras todos ellos (o a quien le maneje la cuenta, claro está)
Yo-yo. “Me estoy levantando”, “me quedé dormido”, “mis clases son las mejores”, “tengo miles de seguidores” son muchas de las frases que podrían coronarse con el #anadieleimporta, porque un poco de auto referencia es normal (somos el origen de nuestro propio pensamiento), pero cuando no hay más ideas que compartir, estamos frente a un o una egocéntrico/a por excelencia y sabemos que poco nos podrá aportar.
En los casos anteriores, nos referimos casi exclusivamente a las cuentas personales, pero en las cuentas de empresa se suele cometer un error garrafal: utilizarlas sólo para promocionar productos y servicios, sin establecer una relación con los seguidores. Está claro que la promoción es el objetivo de las redes sociales, pero para conseguir resultados se debe hacer “comunidad” y eso se logra “escuchando” e involucrándose con sus miembros. De otra forma, el detector de egocéntricos en la red, le dirá a tus seguidores” ¡huyamos por el costado!”.