Los prestamistas no bancarios más importantes de México probablemente deberán convertirse en bancos con licencia.
Así lo asegura un conjunto de analistas de mercado consultados por Reuters.
La razón es que la turbulencia de los mercados internacionales sigue presente y, si no toman una decisión en el corto plazo, podrían correr la misma suerte que las tres grandes prestamistas que han tenido problemas en los últimos meses en México: AlphaCredit, Crédito Real y Unifin.
Estas tres compañías han caído en distintos grados de incumplimiento.
Las compañías financieras no bancarias ya estaban creciendo en México y otros mercados latinoamericanos desde mediados de la década pasada, pero su despegue exponencial se produjo en la crisis sanitaria de la pandemia de covid.
En México, según Reuters, llegó a representar un 20 por ciento del mercado de crédito privado a partir del otorgamiento masivo de préstamos no garantizados, incluyendo créditos para pymes.
Cuando finalizó la pandemia, tres jugadores del sector en México cayeron en incumplimiento de pagos: AlphaCredit, Crédito Real y Unifin.
Esto hizo que los bancos tradicionales dejaran de financiar con igual de intensidad a ese segmento y los inversores internacionales también perdieran interés.
Con menos confianza y la consecuente menor liquidez, a lo que se sumó la suba de las tasas de interés, el resto de los jugadores del sector fintech mexicano avizoran un panorama complicado, dicen los analistas consultados por Reuters.
Cambios en el ecosistema fintech de México
Los analistas de Moody ‘s, por ejemplo, dicen que la alternativa más viable para la supervivencia de las fintech enfocadas en préstamos personales y a pymes es la de convertirse en bancos.
Esto les permitirá seguir prestando a clientes, pero con un respaldo mayor a partir de tener acceso a mercados crediticios tradicionales.
Una nota de QED, un fondo de capital de riesgo, dice que “cualquier fintech con intención de tener presencia a largo plazo en el mercado mexicano deberá encontrar la forma de convertirse en un banco”.
En la misma línea, en Barclays dicen que los prestamistas no bancarios van a tener problemas para crecer en el clima de negocio de la actualidad y que convertirse en bancos es la vía más factible.
Sin embargo, también dicen que pasar a ser bancos no será un camino sencillo ni rápido, ya que implica costos altos y pasos regulatorios que llevan mucho tiempo.
Hay un ejemplo cercano en el tiempo, la fintech Covalto, antes llamada Credijusto, que se convirtió en banco luego de comprar un banco regulado.
Otras de estas fintech no tienen intención de ser un banco.
Es el ejemplo de Tangelo, el prestamista no bancario digital conformado tras la fusión de Mexarrend y Zinobe, de Colombia.
En este caso, como tienen líneas de crédito de HSBC y de Credit Suisse, no ven la necesidad de cruzar la barrera de los bancos tradicionales.
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