Santiago, Chile.- Hasta hace poco, sólo los aventureros hacían uso de la publicidad en redes sociales. Al igual que las comunidades, las campañas parecían, para muchos, una especie de juego sin demasiada proyección. Con el correr del tiempo, la efectividad de la inversión ha sido demostrada por el alcance diario que tienen en el mundo, el cual, aunque sea por rebase, se convierte en suma para cualquier empresa.
¿Es realmente un impacto el que provoca un anuncio en Google Adwords, por ejemplo? Quizás la palabra ‘impacto’ sea un poco exagerada, pero convengamos que la estrategia de la empresa es bastante buena. Por medio de búsquedas segmentadas, es capaz de instalarse frente al cliente ideal, en el momento ideal. Asociada con la selectividad del usuario, surge naturalmente cuando estamos buscando un producto específico y, al ubicarse en los primeros lugares del buscador, se vuelve una tentación para el navegante. Ahora, si el sitio al que el aviso deriva no es atractivo, probablemente el usuario no pasará de la primera página, pero esa es materia de otro artículo.
Revisemos el caso de Facebook Ads, bastante parecido a Google Adwords. Este sistema también segmenta al público por edades, sectores socioeconómicos, ubicación geográfica y sexo, enviando así información exclusivamente al público objetivo, de acuerdo a las indicaciones dadas por quien contrata el servicio. Este tipo de publicidad es altamente efectivo para productos que no son masivos, ya que con una pequeña inversión mensual, los avisos llegan directamente a las personas que están potencialmente interesadas en el producto. En Chile, varias son las empresas, sobretodo PYMES, que utilizan con éxito el sistema. Ahora, para este tipo de avisaje, valga la misma acotación que para Google: la efectividad va a depender, en principio, de la ‘landing page’ elegida. Si cumple con las expectativas de un aviso atractivo, el usuario permanecerá el tiempo suficiente para familiarizarse con los productos y los códigos del sitio –Web o página Facebook-, de no ser así, el esfuerzo publicitario, no habrá valido la pena.
¿De qué forma atraemos a nuestros clientes? Tal y como cuando entablamos una relación afectiva, mostrando lo mejor que tenemos para ofrecer y, por favor, sin mentir.
