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Se estima que alrededor de mil 200 millones de niƱos en todo el mundo no estƔn en sus salones de clase
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AsĆ pues, la educaciĆ³n digital y a distancia se ha convertido en una de las herramientas mĆ”s valiosas de las escuelas
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Junto con este cambio, se ha visto que algunas tƩcnicas de la enseƱanza online son benƩficas para el aprendizaje
La digitalizaciĆ³n fue una de las pequeƱas grandes ventajas del mundo en contra de esta crisis sanitaria. Gracias a estas herramientas, el mundo ha podido seguir en contacto con su cĆrculo social. TambiĆ©n hizo posible que muchos profesionales continuaran trabajando en formatos remotos, a pesar del aislamiento social. Incluso permitiĆ³ que no se interrumpiera la prestaciĆ³n de servicios de salud. Pero tal vez mĆ”s crucial aĆŗn, ayudĆ³ a darle continuaciĆ³n a la educaciĆ³n.
En todo el mundo, escuelas y planteles acadĆ©micos de todo tipo empezaron a aceptar este formato de educaciĆ³n digital como una alternativa viable para sus actividades regulares. En datos del Foro EconĆ³mico Mundial (WEF) esta transformaciĆ³n tendrĆa efectos a largo plazo. SegĆŗn el Philadelphia Inquirer, hubo algunos problemas de implementaciĆ³n entre un par de sectores de la sociedad. Y en datos de QS, el cambio fue mĆ”s notable en las universidades.
Sea como sea, lo cierto es que la educaciĆ³n en lĆnea estĆ” probando su valĆa, aĆŗn si existen todavĆa algunos detalles que afinar. Pero tal vez mĆ”s importante aĆŗn, estĆ” ayudando a que se identifiquen tambiĆ©n algunos puntos negativos en la prĆ”ctica acadĆ©mica tradicional. De hecho, Ć©sta Ćŗltima tiene mucho que aprender de su contraparte digital. Y segĆŗn Platzi, en concreto hay cinco lecciones que podrĆan enseƱƔrsele para poder mejorar la enseƱanza en aulas fĆsicas:
La tecnologĆa no es la clave de la educaciĆ³n
Muchas escuelas e instituciones educativas invirtieron mucho dinero en tratar de modernizar sus aulas e instalaciones. Y en el camino, han adquirido equipos de Ćŗltima generaciĆ³n, varias plataformas sofisticadas y software que muchas veces no se utiliza. Si la educaciĆ³n en lĆnea de los Ćŗltimos dĆas ha mostrado algo, es que no se requiere tener una cĆ”mara muy moderna para poder sacar el mayor provecho a las innovaciones. Es aĆŗn mĆ”s valioso tener mucho ingenio.
Notas relacionadas
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- Sitio del dĆa: Una herramienta de educaciĆ³n para profesores y maestros
- Academia: EducaciĆ³n a un click
Aceptar las diferencias
Tal y como sucede con el home office, la educaciĆ³n a distancia es muy distinta a la presencial. No se puede esperar tener la misma atenciĆ³n que se suele obtener en un salĆ³n de clases mĆ”s convencional. En este sentido, profesores y alumnos deben aprender a ser mĆ”s flexibles, tratar de adecuarse a las condiciones de sus compaƱeros y estudiantes. Esta lecciĆ³n es muy valiosa y podrĆa traer mejores resultados acadĆ©micos cuando se vuelva a las aulas en unas semanas.
En educaciĆ³n, conversaciones > cĆ”tedras
Precisamente por el estilo mĆ”s flexible y libre de las clases en lĆnea, los profesores han visto que hay otras formas de llamar la atenciĆ³n y enseƱar a los estudiantes. En lugar de seguir un discurso perfectamente repasado, acompaƱado de un par de lĆ”minas repletas de datos, es mĆ”s valioso tener un rebote uno a uno con los alumnos. Esta forma de educaciĆ³n ayuda a que la dinĆ”mica acadĆ©mica sea mucho mĆ”s valiosa y se retenga todavĆa mĆ”s informaciĆ³n crucial.
Lo tradicional no siempre es mejor
Hay muchos maestros que, aĆŗn a la distancia, se aferran a las estrategias de educaciĆ³n mĆ”s convencionales. Exigen uniformes, piden demasiada tarea y llaman a lista. Si bien muchas de estas tĆ©cnicas ayudan a construir el concepto de organizaciĆ³n y orden que exige un salĆ³n de clases comĆŗn, no son adecuadas para la enseƱanza en lĆnea. MĆ”s importante aĆŗn, tal vez no tienen un efecto directo en la capacidad de aprendizaje de cada uno de los jĆ³venes.
Toda educaciĆ³n debe ir acompaƱada de confianza
Como en los mejores espacios de trabajo, los profesores no pueden ir por la vida realizando tareas de micro-gestiĆ³n de sus alumnos. Cada estudiante debe estar conscienteĀ de todas sus responsabilidades. A su vez, los maestros deben reconocer que, para dar la mejor experiencia de enseƱanza, tienen que dejar que los jĆ³venes tomen las riendas de su aprendizaje. El nuevo nivel de confianza podrĆa resultar Ćŗtil no solo para las clases en lĆnea, sino para los salones.