Hace poco más de un año, en septiembre de 2016, nació una idea que con el paso del tiempo se ha ido consolidando dentro del universo de videos que se aglutinan en la plataforma de videos Youtube, no se trata de un canal típico, aunque sí se trata de un espacio que aborda un tópico en especial, en este caso, las drogas.
El contenido supondría una constante persecución de las autoridades de ciertos países, sin embargo, cuenta con apoyo gubernamental; el canal Drugslab (Laboratorio de Drogas), de origen holandés, sube materiales cada viernes en el que se prueba una sustancia en concreto, con el objetivo de educar al espectador acerca de sus efectos en el cuerpo así como en el cerebro.
Asimismo, se muestra a detalle el modo de preparación, además de que se dan consejos sobre las formas seguras de consumo al tiempo que se previenen los problemas de salud que se pueden contraer.
El espacio, que al momento cuenta con 57 episodios, es protagonizado por Nellie Benner, Bastiaan Rosman y Rens Polman, cuenta con medio millón de suscriptores en Youtube y cerca de 16 mil seguidores en Instagram.
Y es que, debido a los subtítulos que tienen los videos, los potenciales nuevos consumidores se magnifican ya que el idioma no será un impedimento para seguir de cerca el programa. Por su parte, el Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia de Holanda brinda auspicio al show.
Nellie Benner, declaró al sitio Vocativ que el concepto principal del contenido es que es preferente estar informado que mantenerlo en silencio, “después de todo, vivimos en una era en que los jóvenes entran en contacto con las drogas, nos guste o no”.
A pesar de que la política en Holanda respecto a las drogas es relajada, y que en múltiples ocasiones es motivo de debate tanto al interior y exterior del país. Las estadísticas oficiales demuestran que el país presenta una de las tasas más bajas en el continente europeo en cuanto a la adicción a las drogas.
Al respecto, un informe de la Universidad de Berkely refiere que incluso el índice de consumo de marihuana en Holanda es menor al de muchos de sus vecinos territoriales, en los cuales se cuentan con políticas más rígidas sobre el uso de los estupefacientes.