• La vacuna experimental de AstraZeneca ya ha sido inyectada a más de 18 mil personas en todo el mundo

• Se busca que este fármaco tenga al menos una tasa de efectividad de un 50 por ciento contra la COVID-19

• Es decir, la idea es que cuando menos la mitad de los pacientes desarrollen inmunidad contra esta enfermedad

A lo largo de todo el mundo, se han empezado varias rondas de investigación para distintas versiones de la vacuna anti-COVID. Muchas de las más prometedoras están ya en la fase tres, la más importante de todas porque ayuda a determinar la efectividad y seguridad real de este fármaco en seres humanos. Así pues, es inevitable que algunas fórmulas encuentren enormes barreras en esta parte del camino. Y esto incluye también al nuevo fármaco de AstraZeneca.

De acuerdo con RT, la farmacéutica acaba de divulgar algunos detalles sobre cómo ha sido la fase tres de pruebas para su vacuna anti-COVID en conjunto con la Universidad de Oxford. Lo anterior, de acuerdo con el New York Times, después de varias críticas de parte de expertos en la industria que han considerado que la marca no estaba siendo transparente. En los papeles, se revela que al menos dos pacientes participantes han desarrollado síntomas neurológicos.

Es incierto si estos incidentes están directamente relacionados con la vacuna de AstraZeneca. Sin embargo, han provocado que la compañía detenga las pruebas de fase tres dos veces, la más reciente a inicios de este mes. Mientras la ronda de investigación ya ha sido reanudada en Reino Unido, Brasil, India y Sudáfrica, todavía está detenida en Estados Unidos (EEUU). Esto, en parte, porque la farmacéutica no comunicó en tiempo y forma los incidentes al gobierno.

¿Corre riesgo la vacuna anti-COVID de AstraZeneca?

No hay duda que todo el mundo está esperando con ansia que se cree un fármaco seguro con el que se pueda detener la pandemia. En México, el embajador de Rusia entregó hace unos días la documentación sobre la vacuna Sputnik-V para iniciar una fase tres de pruebas dentro del país. Pfizer ha presumido que podría estar lista, probada y autorizada su fórmula para final del año. Y el Gobierno federal ha colaborado con AstraZeneca para producir su sustancia aquí.

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Hay que volver a la curiosa situación de esta farmacéutica y su vacuna anti-COVID junto con la Universidad de Oxford. De nuevo, el objetivo de la fase tres de pruebas es precisamente hallar posibles problemas de seguridad de la fórmula antes de comenzar su distribución entre todo el público. Así, se puede evitar que miles, potencialmente millones de personas desarrollen una, en este caso, falla neurológica en lugar de que se limite este curioso fenómeno a solo dos.

De cualquier forma, este reporte probablemente no será positivo para AstraZeneca ni para su vacuna. Esto, a pesar que técnicamente está haciendo el movimiento adecuado. Siempre que una marca se encuentra ante una crisis, la transparencia es la mejor defensa ante el público. Y al liberar este reporte con los dos incidentes y lo que puede liberar de la fase tres del estudio, está cumpliendo con ello. Pero en un estado de pandemia crítico, no muchos lo reconocerán.

Otras opciones a la fórmula de AstraZeneca

Aún si al final resulta que la vacuna de la farmacéutica británica no es viable, hay muchas otras sustancias que están siendo probadas ahora mismo. El proyecto de Moderna había generado mucha expectativa en mayo, durante sus primeras fases de prueba. Johnson & Johnson están también realizando ya pruebas en humanos, aparentemente con buenos resultados. Incluso en México, la máxima casa de estudios está trabajando para iniciar la fase tres este mismo año.

Junto a cada vacuna alternativa, varios expertos han señalado que hay otras opciones con las que se puede acabar con la pandemia. De acuerdo con Scientific American, usando pruebas masivas y rastreo de contacto extenso, todavía podría contenerse el virus en algunas regiones. National Geographic asegura que es crucial reforzar los sistemas de respuesta a pandemias en el futuro. Y Según Science Alert, no hay mejor solución que la sana distancia y la sanitización.