“La escuela no hace al alumno”, cuántas veces hemos escuchado esta popular frase cuando alguien se refiere a que los méritos futuros serán obtenidos por la misma persona, independientemente de la institución educativa a la que haya asistido.

La historia se ha encargado de desmentir el mito.

Tan solo en la historia moderna podemos encontrar un patrón de relación entre universidades de prestigio y altos mandos, o incluso fundadores de grandes empresas de éxito internacional, que han compartido apuntes en los pasillos de ciertas Universidades.

¿Será casualidad que los fundadores de las más grandes compañías en internet hayan estudiado en Stanford? Tal vez los nombres de Larry Page, David Filo, Reid Hoffman, Chad Hurley o Dave Hyatt no te sean tan familiares, pero cuando escuches hablar de Google, Yahoo!, LinkedIn, YouTube y Firefox seguramente sabrás que comparten un común denominador: Éxito.

Michael Milken, co fundador de Intel y Erci Schmidt, presidente ejecutivo de Google, conocieron en su juventud los vastos jardines de la Universidad de California, Berkeley.
Incluso el mismo fundador de la prestigiosa Universidad de Stanford, David Starr Jordan debe parte de su visión y exitosa carrera a su alma mater, la Universidad de Cornell; caso comprobado al haber tenido también entre sus filas de alumnos a Cornellian Richmond Shreve, nada menos que el creador del emblemático edificio Empire State.

La lista no termina ahí. La Universidad del Sur de California se ha convertido en una de las más exclusivas con 16 millonarios en la lista de Forbes 2014 que pasaron por sus aulas, superada por la Universidad de Yale, con 20 agregados a dicha lista, entre ellos Bill y Hillary Clinton, George Bush padre.

Nuestro país no es la excepción. Reconocidos empresarios y políticos mexicanos que hoy figuran entre los personajes con mayor cantidad de capital acumulado en México, coinciden en varios casos en las instituciones educativas de nivel superior donde han llevado a cabo sus estudios de licenciatura y posgrado.

Como semilleros de gran talento en el mundo laboral tenemos en México, por ejemplo al TEC de Monterrey; aporta más del 22 por ciento del talento en puestos de alta dirección en las empresas más importantes de México. Por ejemplo, personajes de la talla de Ricardo Salinas Pliego, José Antonio Fernández Carbajal, Lorenzo Zambrano Treviño o Eduardo Tricio Haro, son egresados de esta institución. El TEC de Monterrey, además, desde su programa de educación continua, logra egresar hasta al 51 por ciento de su planta de alumnos de posgrado con un nivel de experiencia internacional, esto logrado a través de diversos planes directivos con los que la Universidad cuenta.

Así, instituciones educativas de nivel superior y posgrado en México, ofrecen a sus alumnos, la posibilidad de desarrollar relaciones y habilidades muy por encima del promedio nacional, incluso al nivel de varios países de primer mundo. La muestra es clara, el QS World University Rankings 2014 situó al Tec de Monterrey en el puesto número 116 a nivel mundial, y hoy en día en una institución que ocupa el noveno sitio en el ranking de universidades en Ámerica Latina, generando talento en México para dirigir empresas de la talla de Grupo Financiero BBVA Bancomer, Grupo Hérdez, ESPN, Genomma Lab Internacional, Cirsa, Comex, entre muchas más.

Y esto solo por mencionar un ejemplo de la amplia oferta educativa en nuestro país con miras a desarrollar altos ejecutivos y empresarios.

Es ahí donde reside la importancia de elegir una Universidad que actúe como catapulta para lanzar a sus alumnos a las altas esferas empresariales. Los alumnos sueñan con trascender en sus áreas, misión que es compartida por las escuelas que día con día, trabajan e innovan para convertir a estos jóvenes en lo líderes del futuro.