Según un reporte de Financial Times la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estÔ presionando a Japón para que inicie negociaciones comerciales bilaterales o de lo contrario enfrentarÔ aranceles potencialmente catastróficos para sus exportaciones de automóviles al territorio norteamericano, de esta forma Tokio se coloca en una posición incómoda en el manejo de sus relaciones comerciales con Washington.
A pesar de que los funcionarios estadounidenses se han visto afectados por la escalada de la guerra comercial con China, asà como las negociaciones de alto riesgo con CanadÔ sobre el futuro del TLCAN, las conversaciones con Japón estÔn avanzando en la agenda, detalla el medio.
Apenas el domingo pasado, Trump celebró una cena de trabajo con el primer ministro nipón Shinzo Abe; a su vez Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos se reunirĆa con su homólogo Toshimitsu Motegi; no obstante reunión se pospuso.
Las relaciones comerciales entre las dos naciones retrocedieron tras el retiro del republicano del Acuerdo de Asociación TranspacĆfico (TPP, por sus siglas en inglĆ©s) a principios del aƱo pasado.
El Financial Times precisa que el gobierno norteamericano ha tratado de convencer a Tokio para realizar conversaciones bilaterales en un intento para abrir el mercado a mĆ”s productos agrĆcolas norteamericanos y establecer nuevos tĆ©rminos para el comercio en el sector automotriz.
Durante una reunión previa entre Lighthizer y Motegi, el estadounidense señaló que, a pesar de estar mÔs centrados en el asunto con China, Trump consideraba a Japón como un problema. En los últimos meses Washington ha logrado acuerdos bilaterales con diversas entre ellas México, por lo que se trata de una estrategia que le ha funcionado.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que el consumo y el consumidor se verĆ”n afectados en dado caso de que se entre en un conflicto comercial con el archipiĆ©lago asiĆ”tico, ya que se tratarĆ” de incrementos en los precios de algunos productos que, aunque sean elaborados en el vecino paĆs del norte, las piezas venideras de Japón resultarĆ”n en un problema para las marcas.