Donald Trump y Tiger Woods se reunieron este viernes para jugar golf en el club Trump International de Palm Beach, Florida, como parte de las actividades de la agenda del presidente electo de Estados Unidos.
Tiger Woods, quien jugó al golf hace tres años con el presidente Barack Obama, hizo lo propio este viernes con su sucesor en la Casa Blanca.
El equipo de transición de Trump no ofreció detalles sobre la ronda entre el presidente electo y el exnúmero uno del mundo.
Woods, que cumplirá 41 años el 30 de diciembre, regresó a la competencia hace unos días después de un receso por lesión de 15 meses.
En febrero de 2013, el 14 veces campeón de Grand Slam disputó unos hoyos con Obama en un campo de golf privado en Florida.
Obama y Woods se unieron entonces para derrotar al representante comercial de Estados Unidos, Ron Kirk, y a Jim Crane, propietario de los Astros de Houston en el béisbol de las Grandes Ligas.
La Organización Trump posee campos de golf en todo el mundo, incluyendo el histórico Turnberry en Escocia, que ha sido anfitrión del Open Championship cuatro veces.
Sin embargo, los controvertidos comentarios de Trump sobre temas como la inmigración durante la campaña presidencial tensaron sus relaciones con algunos jugadores.
La PGA de Estados Unidos despojó al Trump National de Los Angeles del Gran Slam de Golf de 2015 después de los comentarios del nuevo presidente sobre los inmigrantes mexicanos.
La activista Martha Burk, entre otros, pidió a la Asociación de Golf de Estados Unidos que cambiara de sede el Abierto de Mujeres de 2017, que se disputará en el Trump National de Nueva Jersey, pero la USGA declinó la demanda.
El US PGA Tour, en cambio, ya trasladó su torneo del Trump National Doral, en el área de Miami, a Ciudad de México para la temporada 2016-17, aunque el comisionado Tim Finchem dijo en junio que el movimiento del Campeonato Mundial de Golf no era un “ejercicio político”.
Sin embargo, Finchem reconoció que tener la marca Trump en el evento dificultó encontrar un patrocinador para reemplazar a Cadillac, ya que Trump compartiría el centro de atención con cualquier otro patrocinador corporativo.
Aunque Trump criticó a Obama durante la campaña por practicar demasiado este deporte, la revista Golf Digest recientemente incluyó al presidente electo como uno de los mejores golfistas de Washington.
