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En total, han sido ocho jefes de estado, presidentes o primeros ministros, los que han dado positivo por COVID-19
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De los países afectados destacan el caso de Rusia, Guatemala, Armenia, Bielorrusia y Bolivia
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Sin embargo, hay tres nombres que resaltan por la ironía de sus políticas: Boris Johnson, Jair Bolsonaro y Donald Trump
Hace unas horas se confirmó que Donald Trump, presidente de los Estados Unidos (EEUU) dio positivo a la prueba de COVID-19. Por el momento, se ha dicho que su condición es buena y va a poder seguir realizando sus tareas como siempre lo ha hecho. Sin embargo, esto no ha impedido que el mercado bursátil, las redes sociales y en general todo el entorno entre en un periodo de franco caos. No es para menos, considerando que se trata de un jefe de estado.
Sin embargo, no es la primera vez que ha ocurrido. De hecho, hay otros dos casos de un líder de una nación que salen a relucir. Igual que Trump, no solo se enfermaron de COVID-19 de una forma casi repentina. También se caracterizaron por la forma en la que manejaron la pandemia, prácticamente minimizando su seriedad y efectos, antes de su infección. Los otros casos son el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el Primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson.
Johnson, Bolsonaro y ahora Trump: Tres fábulas irónicas
El primero de este grupo en salir positivo con COVID-19 fue el Primer ministro británico. Previo a su enfermedad, como revela The Atlantic, Johnson tenía una posición muy relajada hacia la pandemia. Como Trump, descartó seguir las medidas más severas para evitar contagios. Tras s prueba positiva en marzo, y su hospitalización en abril, la situación cambió radicalmente. Así como lo señala el Financial Times, dio una vuelta en U en la gran mayoría de sus políticas.
Luego fue Jair Bolsonaro, líder en Brasil. Similar a Trump y Johnson, no se tomó en serio la pandemia de COVID-19. De acuerdo con The Guardian, “condenó [a su país] a una tragedia histórica”. El siete de julio dio positivo a la prueba de COVID-19, pero su cuadro clínico, según CNN, solo dejó secuelas en sus pulmones. Aunque tuvo un aparente efecto en su respuesta, como señala Global News, Business Standard refleja que no fue la vuelta en U de Reino Unido.
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Ahora llega el turno de Donald Trump, un férreo ejemplo de lo devastador que puede ser un mal liderazgo en medio de la pandemia. El presidente de EEUU no solo ha contribuido a crear rumores en torno a la crisis sanitaria, como la efectividad de inyectarse Lysol para combatir la infección. Además, en cifras de Worldometers, dirige la nación con más casos de muertos y enfermos en todo el mundo. 212 mil 729 y 7.5 millones de casos, respectivamente, para hoy.
Otros casos notables de líderes del mundo que han resultado infectados
Si bien Bolsonaro, Johnson y Trump son los que tienen la historia más irónica de infección, no han sido los únicos mandatarios y jefes de estado en esta incómoda posición. De acuerdo con Statista, ya son en total ocho líderes del mundo los que han contraído la COVID-19 desde el inicio de la pandemia global. El primer caso todavía es del mandatario de Reino Unido, y el último naturalmente pertenece al ex-magnate americano. Pero hay casos notables en medio.
El 30 de abril enfermó Mikhail Mishustin, Primer ministro de Rusia. El primero de junio, fue el turno del Primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan. Juan Orlando Hernández, Presidente de Honduras, dio positivo de COVID-19 el 16 de junio. El nueve de julio se informó el caso de Jeanine Áñez, Presidenta de Bolivia. Al final, Alexander Lukashenko y Alejandro Giammattei, Presidentes de Bieolorrusia y Guatemala, se enfermaron el 28 de julio y el 18 de septiembre.
¿Qué pueden enseñar estos casos sobre la enfermedad de Trump, y específicamente el precedente de sus contrapartes brasileña y británica? Ciertamente tener la enfermedad es un cambio de perspectiva sobre la gravedad de la pandemia. Pero todo dependerá de qué tan dura sea la enfermedad para el ex-magnate republicano. Si solo sufre una pequeña fiebre, es posible que el manejo de EEUU de la COVID-19, en los próximos meses, sea para peor.