El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a sacudir el escenario económico y comercial global con la firma de una orden ejecutiva para imponer aranceles de reciprocidad o recíprocos. Según el mandatario, esta medida busca contrarrestar las barreras comerciales y los impuestos a las importaciones de otros países que, en su opinión, ponen en desventajan a la economía estadounidense.
¿Qué son los aranceles de reciprocidad?
Donald Trump empleó el término “aranceles de reciprocidad o recíprocos” para referirse a una política en la que Estados Unidos cobrará a los países socios el mismo nivel de impuestos —o incluso más elevado— que estos apliquen a los productos estadounidenses.
“He decidido, por razones de equidad, que cobraré un arancel recíproco, es decir, lo que los países le cobren a los Estados Unidos de América”, afirmó el presidente desde la Oficina Oval.
Aunque esta clase de medidas no es totalmente inédita en la historia de la política comercial de Estados Unidos, la propuesta de Trump se presenta como parte de una estrategia más amplia de corte proteccionista.
Con ello, busca que algunas naciones reconsideren sus políticas y reduzcan las tarifas que gravan a las exportaciones estadounidenses. “Nos vamos a inundar de empleos, vendrán a construir empresas y con eso se crearán más trabajos, es una cuestión de ganar y ganar”, aseguró el mandatario, subrayando la creación de oportunidades laborales como uno de los grandes beneficios de sus nuevos aranceles.
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¿A qué países afectan estos nuevos aranceles de Estados Unidos?
La orden ejecutiva firmada por Donald Trump establece que los aranceles de reciprocidad entrarían en vigor a partir del 2 de abril —en lugar de aplicarse de manera inmediata— y se enfoca en un amplio abanico de países.
El presidente mencionó explícitamente a la India, así como a varias naciones de la Unión Europea (Italia, Alemania y Francia, entre otras). Además, el mandatario amenazó con un arancel de “hasta el 100%” a las naciones que integran el bloque de los BRICS+, originalmente constituido por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, pero que actualmente incluye a Egipto, Etiopía, Indonesia, Irán y los Emiratos Árabes Unidos.
Trump fue tajante al advertir: “Se les impondrá ese arancel si siquiera se atreven a jugar con el dólar estadounidense… pero BRICS ya no existe, dejó de existir desde el primer momento que mencioné que no se metan con Estados Unidos ni con el dólar”, dijo.
La India, por ejemplo, figura como uno de los países con más altas barreras a los productos estadounidenses, de acuerdo con Trump.
¿Aranceles perjudicarán la economía de Estados Unidos?
Una de las mayores preocupaciones de los analistas y de diversos sectores empresariales es el posible impacto inflacionario que puedan generar estos nuevos aranceles. Sin embargo, el presidente desestimó estas inquietudes al señalar que los efectos serían positivos a largo plazo: “Bajará la inflación y eventualmente las tasas de interés, las tarifas y las tasas de interés van de la mano”.
Agregó que, incluso si los precios llegan a elevarse a corto plazo, estos volverán a bajar en el futuro, lo que a su entender “hará de nuestro país a una fortuna… se pagarán a los 36 billones de dólares de la deuda”.
Asimismo, Trump ha sostenido que al incentivar la instalación de fábricas y la manufactura en el propio territorio estadounidense, se impulsará la generación de empleo y se reforzará la competitividad local. “Si construyen aquí no tendrán ninguna tarifa, los precios en Estados Unidos podrán aumentar en el corto plazo pero bajarán en el largo plazo y harán de nuestro país a una fortuna…”, afirmó.
Aranceles, la moneda de cambio de Donald Trump
La imposición de aranceles por parte de la Casa Blanca no es un asunto menor. Varios expertos han advertido sobre el riesgo de una guerra comercial que puede incrementar los costos de importación, provocar escasez de ciertos insumos y desencadenar respuestas similares por parte de otras naciones.
Pero propio Trump reconoció: “Tariffs are great,” en un gesto de reafirmación de sus tácticas arancelarias. Sin embargo, tanto en los círculos de Wall Street como entre algunos miembros del Congreso, existe preocupación de que estos gravámenes se sumen a las presiones inflacionarias, dificultando que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés en el futuro.
Algunos analistas señalan que la fuerte presencia de aranceles recíprocos podría afectar de manera particularmente grave a países en desarrollo.
¿Qué es el plan de aranceles de Trump?
El presidente firmó un memorando que ordena a su equipo —encabezado por el representante comercial de Estados Unidos y el secretario de Comercio— calcular los aranceles recíprocos en cada caso.
Donald Trump ha enfatizado que su objetivo no es necesariamente imponer castigos de manera inmediata, sino presionar a los países para que reduzcan sus tarifas y flexibilicen sus regulaciones.
Howard Lutnick, designado por Trump para dirigir el Departamento de Comercio, explicó que la estrategia incluye revisar de forma pormenorizada los aranceles de cada nación, así como los impuestos no monetarios o mecanismos indirectos que dificultan la entrada de productos de Estados Unidos. Dicha labor, comentó, se completaría antes del 1 de abril, conforme a un plazo establecido desde el primer día de gobierno del actual presidente.
¿Habrá más productos afectados por los aranceles?
Entre las mercancías que Donald Trump ha mencionado explícitamente se cuentan el acero y el aluminio, que ya enfrentan un arancel generalizado. Asimismo, el presidente ha citado a los automóviles, los semiconductores y los productos farmacéuticos como posibles objetivos de nuevos gravámenes.
El mandatario aseguró que estos anuncios no buscan sorprender al mercado, sino más bien ejercer presión para equilibrar los intercambios comerciales que, a su criterio, mantienen a Estados Unidos en “desventaja crónica”.