Donald Trump acusó este lunes a Barack Obama de estar detrás de las movilizaciones en contra de su administración y de las protestas que han enfrentado legisladores republicanos.
El mandatario sugirió en entrevista con la cadena Fox News que además de Obama, personas afines a él y que continúan dentro del gobierno serían igualmente los responsables de las filtraciones que han plagado su gobierno, y que provocaron la renuncia de su asesor de seguridad.
“Creo que el presidente Obama está detrás de esto porque ciertamente su gente está detrás de esto”, dijo el mandatario, aunque no ofreció prueba alguna para sustentar su dicho.
Trump pareció aludir el hecho de que Organizing for Acction, uno de los grupos que se ha manifestado en las calles en contra de su administración fue fundado en 2012 por Jim Messina, quien fue subjefe de gabinete de Obama entre 2009 y 2011.
Además de las movilizaciones, legisladores republicanos han enfrentado en días recientes protestas en juntas vecinales a las que han convocado, similares a las legisladores demócratas enfrentaron en 2012 después de la aprobación de la reforma de salud.
“Algunas de las filtraciones posiblemente vienen de ese grupo. Algunas son filtraciones muy graves, porque son malas en términos de seguridad nacional, pero también entiendo que es política”, indicó al ser cuestionado sobre las protestas.
Sin embargo, Trump reconoció que las filtraciones son parte del juego político en Washington, aunque nuevamente no ofreció pruebas para demostrar el nexo entre estas revelaciones y Obama.
“En cuanto a él (Obama) estando detrás de estas cosas, eso es política, y probablemente continuará”, dijo.
El mandatario fue cuestionado sobre los esfuerzos de la Casa Blanca para atacar las filtraciones, en particular las que se refieren a los contactos entre personal de su equipo durante y después de las elecciones, y funcionarios del gobierno de Rusia.
El sitio de noticias Político reveló que el vocero presidencial Sean Spicer tomó cartas en el asunto optando por inspecciones aleatorias de los teléfonos del personal que trabaja con él en la oficina de prensa de la residencia oficial.
De acuerdo con el medio de comunicación, varios subalternos de Spicer fueron llamados días atrás a su oficina a una “reunión de emergencia”, para lo cual fueron instruidos en dejar sus teléfonos sobre una mesa para asegurarse de que no estarían utilizándolos.
Flanqueado por abogados de la Casa Blanca, Spicer les comunicó que el uso en sus teléfonos de las aplicaciones ‘Confide’ y ‘Signal’, que destruye información cifrada después que ha sido leída, similar a otra llamada ‘Wickr’, constituye una violación de la Ley Federal de Registros.
“Yo lo hubiera hecho diferente, pero Sean tiene sus maneras y las respeto. Yo lo hubiera realizado diferente; llamando a uno por uno”, indicó el mandatario.