Por una excesiva respuesta por parte de los consumidores, Domino’s Pizza tuvo que limitar una llamativa promoción en sus restaurantes de Rusia: ofrecer pizza gratis durante cien años para aquellas personas que se tatuaran el logotipo u otros elementos de la identidad visual de esta cadena de pizzerías.
A través de su cuenta de Facebook Domino’s Pizza en Rusia había lanzado una invitación para que las personas mostrasen sus tatuajes bajo la siguiente invitación:
“¡Lanzamos una campaña sin precedentes, donde cada participante con un tatuaje con nuestro logotipo recibirá un certificado por una pizza gratis durante 100 años!
Las condiciones eran estas:
1. Hacerse un tatuaje real con el logotipo de la cadena de pizerías.
2) Publicarlo en redes sociales con el tópico # dominosnavsegda
Pero en la marca no supieron prever los alcances de las redes sociales y llegaron de inmediato cientos de imágenes que demostraban que bien vale la pena portar de por vida la identidad visual de una marca si esta te ofrece algo a cambio… y también para siempre.
La campaña estaba programada para durar dos meses, pero se tuvo que limitar a cuatro días. Domino’s pizza ofrecía hasta 100 pizzas por año durante un siglo, pero no esperaban una respuesta tan exitosa, por lo que se tuvo que limitar sólo a los primeros 350 clientes, hecho que compromete unas 35 mil pizzas por año.
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Se trata de un ejemplo de mala ejecución de acciones de marketing, toda vez que una compañía con presencia global se arriesga a tener este tipo de respuestas por parte de los consumidores, lo que obliga a las firmas y sus productos a cumplir con compromisos que, lejos de beneficiarles, las descapitaliza.