En 60 días, el peso en Argentina se devaluó poco más de un 5% respecto del dólar, lo que suma presión a los precios y encendió la alarma en el Gobierno nacional, que parece no poder evitar que la inflación del año 2018 supere el 20%.
Lo peor es que ese 5% de incremento de la divisa estadounidense se dio mientras el Banco Central argentino hizo todo lo posible para que no aumentara. La prueba es que desde el 1º de marzo hasta el 2 de mayo vendió US$ 7.280 millones de dólares, con la idea de que la mayor oferta evitara una “estampida” bancaria.
Esos poco más de US$ 7 mil millones equivalen a casi el 12 por ciento de las reservas internacionales que a comienzos de marzo tenía el Central, unos US$ 61.700 millones.
Entre las intervenciones del banco regulador argentino se destacan las que hizo el 25 y el 27 de abril. En el primero de esos dos días vendió US$ 1.472 millones y en el segundo, US$ 1.382, en lo que configuraron los dos mayores intentos diarios de frenar una devaluación de la historia del país.
Para intentar contener el aumento del dólar, además, el Gobierno elevó las tasas de interés de referencia del mercado hasta los 30,25 puntos anuales, con la idea de atraer a los capitales hacia ese destino y no hacia la moneda extranjera.
Y para peor, malas noticias desde los Estados Unidos: suben con firmeza las tasas de interés y comienza a encarecerse el crédito.
¿Por qué no es bueno? Porque eso atrae a los capitales hacia Estados Unidos y genera un mayor costo de endeudamiento y mayor valor del dólar. Impacta directamente en la mayoría de los países emergentes, que necesitan financiamiento.
Muchos lo definen como el efecto “aspiradora”, ya que atrae los dólares hacia los Estados Unidos, haciendo más costoso el financiamiento para los países emergentes. Aunque no puede abusar: en el país de Trump puede generar inflación, por eso se maneja con tanta cautela.
Ahora hay que esperar cuánto más seguirá subiendo la tasa de referencia de la Fed este año: se esperan al menos dos aumentos más en 2018. La idea llegó con Trump: un sendero de subas luego de un largo período de tasas prácticamente en el 0%.