La distopía es una imagen fundamental pero al mismo tiempo un clásico en la sociedad humana. Es la representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana ¿Les suena conocido esto? Pues al mismo tiempo es muy posmoderno, contemporáneo pero los clásicos griegos lo imaginaron en su contexto filosóficos. La distopía es lo opuesto de la utopía. Como muchas de las cosas de nuestra sociedad occidental viene del latín y del griego.
El origen de la palabra utopía viene del vocablo latín utopia, que es la isla imaginaria o ficticia con un sistema político, social y legal perfecto, descrita por Tomás Moro en 1516. Así mismo, es un plan, proyecto, doctrina o sistema deseables que parecen de muy difícil realización, casi imposible. La perfección imperfecta. La representación imaginativa de una sociedad futura de características favorecedoras del bien humano.
Por lo mismo, la distopía es lo opuesto a la utopia que es lo aparentemente perfecto de la sociedad perfecta. La distopía es la decadencia futura de la sociedad moderna. Y esto me suena muy conocido, muy próximo, muy reconocido y con mucha actualidad. En nosotros depende entender el origen de las cosas para entender hacia dónde nos dirigimos.
La distopía, la narrativa y la ficción
Blade runner, Nuevo Orden, película multi premiada de cineasta mexicano Michel Franco, Bird Box, producción original de Netflix de las más vistas en los últimos años son ficciones y narrativas distópicas. Cada vez hay más historias y contenidos muy recurrentes a sociedades futuras decadentes y más aun con todo este años de pandemia que nos ha dado una cachetada de realidad en la cara que nos dice que ahora estamos más alienados que nunca y que estamos cada vez más orillados a una especie de decadencia de destrucción.
Muchos de nosotros mismos recluidos en nuestras mismas casas pero al mismo tiempo alienados en nuestros teléfonos móviles. Por eso, guionistas, directores y escritores tomarán este reflejo de la sociedad posmoderna para hacer una crónica de lo que pasará con nosotros mismos. La idea es que como van las cosas nuestro futuro cercano no perece muy positivo ni muy alentador.
La distopía, la mercadotecnia, cómo de comunica y la publicidad
Todos los fenómenos sociales, culturales y antropológicos afectan de forma directa la comunicación mediática y publicitaria de alguna forma o de otra. En los códigos y en los mensajes centrales. Ya sea en la audiencias y en cómo se entregan los mensajes. Su codificación o descodificación. Si los gerentes de mercadotecnia no lo entienden, están siendo viejos de cuerpo, alma y mente. Cuando les digo reinvéntense o se van a morir se los digo en serio. Si no lo hacemos en estos meses. En el 2021 nos costará mucho más trabajo. Y la muerte será dura y dolorosa.
Las conversaciones que veremos en la vida digital de los clientes serán inconscientemente distópicas de aquí al 2025 y los agentes de la mercadotecnia debemos de aprender a navegar en ellas, con ellas y a través de ellas. Sacar provecho creativo de estos contenidos y verles el lado apocalípticamente positivo, disruptivo y risible. Burlarnos de nuestra propia desgracia universal. Sólo así ganaremos más dinero para nuestras agencias, para los clientes, para el producto y para las marcas.