Los live to action de Disney siempre dan de qué hablar; sin embargo, la conversación alrededor de la nueva versión de La Sirenita quizá no era la que la cosa de Mickey Mouse esperaba.
La productora anunció durante la semana pasada que el papel protagónico de Ariel sería interpretado por Halle Bailey, actriz y cantante afrodescendiente.
Un cambio que dejó a pocos satisfechos
En primera instancia, diversos reportes indican que Disney decidió cambiar la apariencia del personaje animado para mejorar las estadísticas del número de actrices protagonistas de raza negra, las cuales hasta 2016, apenas representaban el 16 por ciento.
No obstante, a los ojos de una parte de las audiencias, la decisión es un error así como una falta de coherencia por parte de la marca.
Los seguidores y no seguidores de las producciones de Disney criticaron la poca similitud que existe entre la actriz elegida y el dibujo animado que en la década de los 90’s logró conquistar a las audiencias.
Disney, entiende no es el color de piel lo que nos molesta, es el cambio innecesario. Si la versión animada hubiera sido negra, ahorita varios estaríamos felices con tu elección de Ariel para la Sirenita. pic.twitter.com/VGHdQBivBq
— Mario Mancera (@mario_mancera) July 3, 2019
voy a decir lo que pienso sobre la piba que eligieron para que sea Ariel en la sirenita: UN DESASTRE. La sirenita es COLORADA. No negra. Imaginen si para hacer de Tiana pusieran a una piba rubia, el quilombo que se armaría. Por hacerse los inclusivos, cagan todo. pic.twitter.com/tfAxasJDg0
— Den? (@closetothebirds) July 4, 2019
La marca responde
Luego del debate de diversos intercambios de ideas sobre la situación, Disney decidió defender su elección mediante un posteo en redes sociales en donde explica de manera puntual las razones por las que una Ariel de tez obscura.
A través de la cuenta de Instagram de Freeform, un canal de televisión por cable propiedad de Walt Disney, la marca publicó un comunicado titulado “Carta a las pobres y desafortunadas almas”.
Presentado a manera de imagen, el texto indica que “el autor original de La Sirenita era danés. Ariel es una sirena que vive en un reino submarino, en aguas internacionales, y que puede nadar, legítimamente, donde quiera (aunque eso le moleste al Rey Tritón). Pero por el bien de la discusión, digamos que Ariel también es danesa. Las sirenas danesas pueden ser negras porque las personas danesas pueden ser negras y, genéticamente, también pueden tener el cabello rojo”.
Así mismo, cierra con un discurso puntual y certero que podría golpear la moral de los detractores de la controversia decisión: “El personaje de Ariel es un trabajo de ficción. Si después de todo esto, aún no puedes aceptar la idea de que elegir a la increíble, sensacional, talentosa y hermosa Halle Bailey es justa, porque no se parece a la de la película animada, tenemos noticias para ti…sobre ti”.
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An open letter to the Poor, Unfortunate Souls: ______ #TheLittleMermaid #Ariel #MyAriel
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El juego de la inclusión
La respuesta de la casa productora ha tenido todo tipo de respuestas en sentidos encontrados, con lo que simplemente habrá que esperar para reconocer si la “arriesgada” decisión de la firma se transforma en un éxito o en fracaso.
Lo anterior es un ejemplo claro de como ahora las marcas e ven obligadas a jugar para ser parte del día a día de los consumidores, mismos que si bien son afines a este tema, también castigan con dureza cuando no es bien aterrizada la idea.
Basta con tomar como referencia los hallazgos de un reciente estudio firmado por 4A indica que el 67 por ciento de los responsables de mercadotecnia creen que los valores cambiantes están haciendo que las marcas se interesen más por la responsabilidad corporativa y el marketing basado en valores, el 58 por ciento de los consumidores no están de acuerdo en que las marcas involucren sus estrategias de mercadotecnia con temas políticos.
Sin embargo, las audiencias afirman que ven con buenos ojos a aquellas marcas que toman una postura positiva ante temas como la lucha contra el racismo, la inclusión o la igualdad de género.
Los limites para abordar temas de esta naturaleza dependerán de cada marca y sus objetivos particulares. Lo que es un hecho es que los departamentos de mercadotecnia y, más aún las agencias, está obligadas a tomar un rol más allá de sólo ser productoras de ideas. Asesorar a sus clientes y funcionar como consultoras para identificar cuales son las batallas que conviene a cada firma luchar será vital, para evitar que una acción con buenas intenciones se transforme en un golpe a la imagen y reputación de la marca.