Disney estrenó este lunes el primer avance de su producción live-action de la Bella y la Bestia protagonizada por Emma Watson, Dan Stevens y Luke Evans.
El proyecto surgió con grandes expectativas del público, algo que fue identificado muy bien por Disney, y que ha capitalizado con acciones de marketing, desde el teaser lanzado en marzo que se convirtió en tendencia rápidamente -hasta el momento lleva más de 19 millones de reproducciones-, pasando por presuntas filtraciones de imágenes en las que se veía a la actriz británica caracterizada para la película.
A principios de noviembre, Entertainment Weekly publicó una serie de imágenes en las que se aprecia a Emma Watson como Bella, estas fotografías se replicaron rápidamente a través de diversos medios internacionales.
La producción de esta película forma parte de la estrategia de Disney para relanzar sus películas animadas en el formato live-action, como ya lo hizo con el “Libro de la Selva” y como también anunció con la realización de El Rey León bajo la dirección del director Jon Favreau.
El marketing nostálgico que emplea Disney le ha retribuido en ganancias récord, al menos en 2016, al facturar ingresos de casi 6 mil millones de dólares durante los últimos 10 meses de este año, impulsados principalmente por el éxito en taquillas de sus producciones, mismas que ya registran la mejor marca de su historia.
La productora tendrá que contabilizar las ganancias que dejen las entregas de “Doctor Strange”, “Moana” y “Star Wars: Rogue One”, producciones que podrían batir incluso el récord establecido por Universal Studios en 2015 por 6 mil 900 millones de dólares.