Los problemas para Facebook parecen no detenerse. Aunque diversos estudios apuntan a que el boicot gestado en su contra no tendrá efectos en su negocio, lo cierto es que la red social sigue perdiendo adeptos y ahora fue Disney quien decidió poner un freno a su inversión en la plataforma.

Así lo han adelantado desde The Wall Street Journal, en donde indican que la casa de Mickey Mouse ha sido la última marca en sumarse al boicot que desde junio pasado se gesta alrededor de Facebook.

Cientos de empresas han decidido retirar o cuando menos suspender su inversión publicitaria en Facebook a manera de presionar a la red social para modificar sus políticas relacionadas con el discurso de odio que se publica en su servicio.

Un golpe importante

La decisión de Walt Disney no es menor su consideramos que la marca, cuando menos en los últimos 6 mese, fue el mayor anunciante para Facebook, según estimaciones de Pathmatics Inc.

De manera puntual se indica que Disney destinó un presupuesto cercano a los 210 millones de dólares de publicidad en la plataforma, lo que le ha colocado incluso por delante de otros como Home Depot, que encabezó la lista de inversión publicitaria en 2019.

El tiempo por el que se suspendería esta inversión no está claro. A diferencia de muchas otras compañías, el gigante del entretenimiento no hizo un anuncio público acerca de que iba a recortar gastos en Facebook, sino que cambió sus planes de publicidad según The Wall Street Journal.

Lo cierto es que, según el reporte, esta medida también afectaría a Hulu, firma que pausaría su inversión en Instagram.

Al respecto, vale la pena destacar que Hulu (firma operada por Disney desde mayo del año pasado) gastó en Instagram, entre el 15 de abril y el 30 de junio, 16 millones de dólares.

Facebook se preocupa poco

A pesar de estas salidas, existen reportes que indican que a Facebook le importa poco el freno publicitario; de hecho está confiando en que las marcas deberán de regresar tarde o tempreano.

Un nuevo informe publicado por The Information deja ver que Facebook no tiene intenciones de cambiar radicalmente sus políticas para retener a los anunciantes que han, cuando menos, suspendido de manera temporal su inversión.

En lo publicado por The Information se detalla que para Zuckerberg, el boicot es un problema más de relaciones públicas que poco perjudicará a sus resultados financieros.

De manera textual, en el informe publicado se adjudican las siguientes palabras al CEO de Facebook:

“No vamos a cambiar nuestras políticas o enfoques sobre nada debido a una amenaza para un pequeño porcentaje de nuestros ingresos, o para cualquier porcentaje de nuestros ingresos. Sabes, técnicamente no establecemos nuestras políticas debido a la presión que la gente nos aplica. Y, de hecho, por lo general tiendo a pensar que si alguien sale y te amenaza con hacer algo, eso realmente te pone en una caja donde, de alguna manera, es aún más difícil hacer lo que quiere porque ahora parece que estás capitulando, y eso crea malos incentivos a largo plazo para que otros también te hagan eso a ti”.

¿Nadie pierde?

Mientras la salida de las marcas de la gran red social no dejan de dar noticia alrededor del mundo, la realidad es que hablamos de un pequeño grupo de los más de 8 millones de anunciantes que tiene Facebook. La gran mayoría de los mismos son pequeñas empresas que dependen de la plataforma para mantener y hacer crecer su negocio.

A principios de la semana pasada, Rohit Kulkarni, director ejecutivo de MKM Partners, escribió en una nota a los clientes en la que indicaba que el boicot de anuncios afectaría menos del 5 por ciento de los ingresos de Facebook.

También es cierto que para las marcas, no es una verdadera necesidad estar en Facebook. De hecho sumarse al boicot, puede tener más ventajas que puntos en contra.

“Al tirar de los anuncios, ahorran dinero y hacen una declaración de bajo riesgo que resulta en publicidad positiva y marketing para sus marcas entre los constituyentes”, dijo a MarketWatch Gerard Francis Corbett, consultor de estrategia de comunicaciones con sede en Silicon Valley. “El boicot de Facebook es una forma de bajo riesgo para que los CEO hagan una declaración (política)”, afirmó.