En un sorpresivo movimiento, Disney acaba de retirarse de la industria de los videojuegos, según anunció en una junta con sus inversionistas, donde se habló del fin de la serie Disney Infinity y el cierre del estudio Avalanche.
Sin embargo, el abandono de la industria no será total, ya que la empresa continuará licenciando contenido para que otros desarrolladores puedan utilizar sus franquicias, personajes y marcas en la creación de futuros juegos.
Disney Infinity es una saga que combina los juguetes físicos con los videojuegos, un modelo similar al propuesto por Activision con su serie Skylanders, sin embargo, los plásticos y el juego de Disney no lograron posicionarse en el mercado tal como se esperaba, contando con costos de producción muy elevados y pocas ventas.
De acuerdo con Bloomberg, este movimiento le ha costado a Disney por lo menos 147 millones de dólares, no obstante, también abre las puertas a futuros negocios de licenciamiento.
Los juguetes físicos han sido una tentación para distintas marcas del mundo de los videojuegos gracias al éxito de Activision, sin embargo, pocas han logrado el mismo éxito. Una de ellas ha sido Nintendo con sus figuras Amiibo, las cuales escasearon en todo el mundo a pocos días de su lanzamiento, e incluso la compañía japonesa comunicó que no esperaban tal éxito y por ello no tenían un stock suficiente para cubrir la demanda generada.