Los delitos corporativos en México y América Latina tienen más impedimentos o trabas, ya que los gobiernos locales han implementado mecanismos anticorrupción, por lo que la región ha aumentado su transparencia, aunque todavía parece problemas estructurales, señaló Hogan Lovells.
En su Séptimo Informe Anual de Sobornos y Corrupción, la firma de servicios legales reveló que en México y Brasil existen nuevas disposiciones para mejorar la cooperación entre gobierno y empresas, ya que en nuestro país existe la Ley General de Responsabilidad Administrativa, la cual combate y detecta sobornos, colusión en licitaciones o tráfico de influencias.
Según Hogan Lovells, México implementó cambios, que van desde sanciones a particulares, protección para denunciantes, de tal modo que las trasnacionales que operan en el país ya han tomado medidas para comprender el nuevo régimen de anticorrupción, así como la creciente cooperación entre nuestro país con Europa y Estados Unidos.
Además, consideró que los cambios radicales en el panorama geopolítico global, como Brexit y Donald Trump, obliga a que empresas trasnacionales unan fuerza contra los sobornos y la corrupción.
Hogan Lovells señala que Estados Unidos y Reino Unido cuentan con los mecanismos más avanzados para evitar el delito corporativo. En el primer caso, existe el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores y Bolsas, mientras que en el segundo cuenta con la Oficina de Delitos Graves. En ambos casos, recompensan a las compañías que cooperan con ellos.
Con la nueva legislación mexicana, los empresarios con contratos públicos que proporcionen información falsa para obtener un beneficio pueden ser multados o encarcelados, o bien, las empresas ser sancionadas con un monto doble del que se beneficiaron.
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— Hogan Lovells México (@HoganLovellsMX) 8 de febrero de 2017