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La cosificación de la mujer es un tema que ha generado gran activismo por parte del consumidor y a pesar de ello se sigue teniendo una gran deuda en festejos estacionales.
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El disfraz de enfermera sexy ha desatado polémica, porque acusan que la idea de este disfraz denigra la labor de las enfermeras.
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En medio de esta polémica, el lanzamiento del disfraz de la vacuna sexy se ha convertido en un producto clave en la estacionalidad de Halloween, con polémicas no solo culturales, también de seguridad como las provocadas por temáticas como El Juego del Calamar.
Un disfraz de la vacuna sexy ha comenzado a venderse y si bien no es noticia su lanzamiento, ya que lleva semanas comercializándose, lo que si es un hecho muy importante a tomar en cuenta es que nos recuerda la gran deuda cultural que sigue existiendo con este tipo de disfraces en contra de la mujer.
Hace apenas unos días se implementó una campaña en contra de Amazon, para pedir que la plataforma dejara de vender el disfraz de la enfermera sexy, lo que no solo degrada una de las labores más dignas desde que Florence Nightingale la instauró, sino que se trata de una medida que advierte la gran deuda que hay en festividades estacionales como el Halloween.
Del disfraz de la vacuna sexy a la enfermera sexy
Un disfraz se ha convertido en una polémica estrategia y hay una serie de pautas a tomar en cuenta, por ejemplo, el sindicato de enfermeras SATSE, que opera en España, ha escrito a plataformas como Amazon, para que no vendan el famoso disfraz de enfermera sexy que se ha convertido en uno de los referentes de Halloween.
El argumento es que al vender este tipo de disfraces se daña la imagen con la que cuentan y el recnocimiento social, fundamental para desempeñar su labor. Este tipo de retos no es de los únicos que enfrenta el personal de salud en el mundo, durante la contingencia sanitaria muchas enfermeras y enfermeros fueron atacados, asociando su labor a la propagación del virus que sigue batallándose.
La medida planteada por el sindicado de enfermeras es un importante reclamo que nos advierte cómo estos productos que se han caracterizado por ser vestidos ajustados, faldas cortas y escote pronunciados se han convertido en un referente que no podemos perder de vista, de cómo se cosifica a la mujer y cómo al amparo de un festejo estacional no solo se comercializa este tipo de disfraces, también otros como el lanzado por 3 Wishes.
“Te encante o lo odies, diviértete un poco este Halloween con este disfraz de Vacuna Sexy. Este disfraz incluye un minivestido desnudo de aspecto húmedo, con mangas o sin mangas y una diadema única con forma de jeringa.
Qué nos enseñan los disfraces
Así como tiene implicaciones culturales vender un disfraz que cosifica a la mujer y denigra profesiones como la enfermería, también hay implicaciones sociales como recientemente lo vimos con la puesta en venta de disfraces de El Juego del Calamar.
La idea de llevar puestos disfraces alusivos a la dramática serie coreana ha llevado a diversas autoridades a levantar alertas sobre los riesgos de llegar demasiado lejos con estos disfraces.
Un hecho contundente que no podemos perder de vista en ello, tiene que ver con la manera como estos juegos se están convirtiendo en un referente en el mercado y las implicaciones que esto conlleva para poder establecer con ello decisiones que nos advierten de lo importante que se ha vuelto repensar celebraciones estacionales.
No cabe duda que hoy en día estamos en medio de una serie de medidas que nos advierten el peso que tienen los elementos culturales en la actualidad y cómo a partir de estos se revela el valor que hay en medidas cada vez más audaces en el mercado como replantear las oportunidades culturales entorno a disfraces polémicos.
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