Por: Sebastien Leroux, socio Almabrands
Muchas veces se pasa por alto la poderosa relación entre el diseño y la estrategia. Sin embargo, cuando se integran de manera efectiva, el diseño estratégico además de cumplir con el rol identitario de una empresa, también actúa como un fomentador de su crecimiento.
Según un informe del Design Management Institute (DMI), las empresas que valoran el diseño estratégico y lo integran en su cultura corporativa superaron a las del S&P 500 en un 219% durante un período de 10 años. Este dato nos muestra no solo la importancia del diseño, sino también su impacto directo en los resultados financieros.
Un análisis de McKinsey & Company respalda esta idea, destacando que las empresas más creativas, basadas en su Award Creativity Score (ACS), superan a las empresas comparables en rendimiento financiero e innovación. Estas empresas no solo son creativas por serlo, sino que adoptan ciertas prácticas comerciales que impulsan su capacidad creativa para traducirla en valor empresarial. Por ejemplo, tienen una devoción casi fanática por entender a sus clientes, yendo más allá de los métodos de investigación estándar.
Buenas prácticas que las empresas deben integrar en su visión de diseño estratégico:
1. Compromiso con la Creatividad: Las empresas más creativas ven el presupuesto de marketing como una inversión en lugar de un gasto. Estas empresas invierten en las herramientas adecuadas y, lo que es más importante, en las personas correctas para usarlas.
2. Enfoque en el Cliente: Las empresas en la cima de las clasificaciones de ACS tienen una obsesión por la vida de sus clientes. Se basan en múltiples fuentes para comprender a los clientes íntimamente y realmente hacerse cargo de sus necesidades, deseos y expectativas.
3. Necesidad de Velocidad: La velocidad puede ser un atributo definitorio de los negocios modernos. Las empresas líderes en ACS toman decisiones más rápidas y traducen las percepciones en acción más ágilmente que las empresas comparables.
4. Evolución y adaptabilidad: Muestran una capacidad para evolucionar y adaptarse después del lanzamiento de un nuevo producto, campaña o cualquier suceso en el mercado.
Reconocen que cualquier lanzamiento es un proceso de obtención de feedback del mercado y que todos los días son de feedback.
Algunos ejemplos:
Apple: diseño centrado en las personas. Desde el lanzamiento del primer iPhone hasta la
arquitectura de sus tiendas, Apple ha demostrado una y otra vez que el diseño es fundamental para
su identidad. No se trata solo de la estética; es sobre cómo el usuario interactúa con el producto,
cómo se siente al sostenerlo y cómo se integra en su vida diaria. Cada producto Apple, desde sus
MacBooks hasta sus AirPods, refleja una combinación de funcionalidad y diseño. Esta cohesión entre
hardware y software, junto con una estética minimalista y funcional, ha creado una experiencia de
usuario inigualable que ha llevado a Apple a ser una de las empresas más valiosas del mundo.
Nike: contando historias a través del diseño. Esta marca vende historias, aspiraciones y un estilo de vida. A través de sus campañas publicitarias y el diseño de sus productos, Nike ha logrado conectar emocionalmente con sus consumidores. Cada zapatilla tiene una historia, ya sea la inspiración detrás de su diseño o el atleta que la representa. Nike entiende que el diseño no se trata solo de cómo se ve un producto, sino de cómo hace sentir al consumidor. Ya sea a través de colaboraciones con atletas icónicos o el uso de tecnología innovadora en sus productos, Nike utiliza el diseño estratégico para mantenerse a la vanguardia en la industria del deporte.
En conclusión, el diseño estratégico es mucho más que hacer que un producto se vea bien. Se trata de integrar el diseño en cada aspecto del negocio, desde el desarrollo del producto, la experiencia hasta la estrategia de marca en su totalidad. Se trata de entender y reflejar la identidad de la organización. Además, en la actualidad, el propósito se convierte en la esencia que el diseño busca capturar y comunicar. Por ende, el diseño es una herramienta poderosa para conectar emocionalmente con los consumidores, transmitir mensajes clave y lograr los objetivos de negocio.
Apple y Nike son ejemplos perfectos de cómo el diseño estratégico puede ser utilizado para impulsar el crecimiento y el valor empresarial. Las empresas que pueden capturar y comunicar su esencia a través del diseño están claramente en una posición ventajosa. Esto no es un secreto. ¿Lo estás haciendo con tus productos, servicio o experiencias?
