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Hay una proyección de Statista, en exclusiva para sus suscriptores, donde revela el valor del mercado de moda en México.
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Así como Cecilia Calderón polemizó por diseños con jergas, Brenda Equihua ha llamado la atención por prendas diseñadas en cobijas San Marcos.
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La conversación en redes contra las prendas diseñadas con los blancos que se venden en ferretarías de México, ha logrado promocionar puntos de venta tradicionales en redes.
El uso de jergas como prenda y ya no solo como producto de limpieza ha causado polémica, debido a que una diseñadora de moda usó la tela en sus confecciones y mientras esto es polémica en México, la cantidad de profesionistas dedicados al diseño en México se cuenta en más de 44 mil de ellos, con un sueldo promedio de 13 mil 425 pesos según las proyecciones de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, STPS-INEGI.
La idea creativa que por mucho tiempo una diseñadora mexicana ha implementado en sus prendas, finalmente atrajo la atención de las redes sociales. Cecilia Calderón es la responsable de la confección de ropa con el uso de jergas y su acción de diseño esperó decenas de meses para viralizarse en redes, ya que por mucho tiempo ha usado este material en confecciones visibles en su cuenta de Instagram.
Tras comenzarse a generar polémica, con diversos post donde se asocia a las prendas de Calderón con ferreterías, en que se vende por metro la jerga, la acción de diseño vuelve a topar en redes sociales, convertidas como sucede en estos casos, en un enorme muro de críticas, en especial por el esquema en que el consumidor reacciona a malas tendencias como la apropiación cultural, que según un análisis del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM, se trata de una práctica cultural eurocentrista que toma ventaja de la riqueza cultural de las minorías, haciendo de esta acción, una mala imitación por parte de diseñadores y marcas alrededor del mundo.
Ahora, jergas; antes, cobijas San Marcos
El diseño de moda está en constante elaboración de prendas, donde se recurre a elementos comunes como el uso de telas ordinarias o populares, como forma de replantear el diseño tradicional.
El uso de telas populares como una jerga o una polar como la usada en cobijas San Marcos, ha sido no solo una acción con polémica en las prendas de Cecilia Calderón, Brenda Equihua es otra diseñadora que ha hecho uso de telas populares en México, para vender costosas confecciones.
-?Buenas don Pepe, me da medio metro de jerga para trapear por favor.
-?No me ha llegado joven, anda muy escasa últimamente… pic.twitter.com/5WlME6YMSJ
— @LuisValLe El que aceptaría la cárcel por Kim. (@LuisValLe_A) August 23, 2022
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Así como ahora se ha criticado a Calderón, en su momento se convirtió en una importante tendencia hablar de las prendas que Equihua diseñó usando cobijas San Marcos, que se distinguen por tener estampadas escenas de animales salvajes o perfiles de estos, por lo que se han vuelto blancos muy llamativos en el mercado.
En su momento lo que sirvió a Equihua fue el marketing de nostalgia, debido al reconocimiento que el consumidor hace de dichas telas y lo importante que se vuelve para este encontrarse con productos que reconocen el valor de una cobija con estampado animal, ya sea en gorras, sudaderas, o chamarras estilo “bomber” y hasta abrigos.
Dentro de un estudio titulado BoF Insights from The Business of Fashion, se descubrió que en moda hay motivos con base en los cuales se busca que una marca sea atractiva para el consumidor.
Mientras que en diseño vemos el uso de jergas o de cobijas San Marcos, a un nivel digital el 58 por ciento de directivos de moda reconoce que recurre a digital para atraer a nuevos consumidores; un 57 por ciento reconoció que lo hace para mostrar el apetito creativo de la marca y la búsqueda por la innovación en la que se encuentra.
Este último insight ha sido el motivo por el que gran cantidad de marcas lo mismo aciertan que fracasan, al llegar a niveles absurdos de creatividad, donde el consumidor se cuestiona en lugar de motivarse a compra de lo que ve.
