Por Camila González.
@camilaglz
La publicidad lo puede todo. Se inventa la vida. Un mismo producto sabe como los creativos digan que sabe. El caso de los chocolates resulta interesante de analizar. Comer chocolate puede darte prestigio, energía, juventud y hasta vida. Todo depende de cuál se coma. Es cuestión de ligar la marca y el mensaje y de, simplemente, ser. Huellas de la publicidad saca a la luz tres spots bien diversos: cada cual es como el chocolate que come. Da un click aquí para conocerlos.
Ferrero es elegancia. Su anuncio –emitido en 2005- además le apuesta al prestigio con el protagonismo de Luis Miguel, una fiesta de lujo, vestidos largos, la noche, música clásica romántica, meseros. Las bolitas doradas se ofrecen en una bandeja sostenida por guantes: los Ferrero son para ciertos paladares que ya son exquisitos o para aquellos que lo quieren ser. Queda claro, Ferrero no encaja en lo ordinario.
Anunciante: Ferrero
Categoría: Chocolates
Año: 2005
En contraste, este spot de Snickers de 2006 se sitúa en lo urbano, lo descomplicado, la calle y lo popular. A un hombre joven se le dispara la energía gracias al chocolate que acaba de morder. Este lo hace audaz, fuerte, veloz. El hombre brinca sobre muros, cae, se desliza sobre los coches, hace maniobras con tal fluidez que da la sensación de que rebasa los límites de sus propias capacidades corporales. El hombre se come al mundo, se come un Snickers.
Anunciante: Mars, Snickers
Categoría: Chocolates
Año: 2006
Carlos V también le apuesta a la energía que ofrece el chocolate, pero en 2002 se publicita para los niños. Toda una historia de velocidad y peripecias se crea solo a partir del sabor de las barras de Nestlé que se convierten en los personajes del cuento. Evoca juego, diversión, dinamismo y el conocido impulso que algunos tenemos por comer ese misterioso, universal y fundamental producto color café.
Anunciante: Nestlé, Carlos V
Categoría: Chocolates
Año: 2002