Por Alan Campos
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Como muchos de ustedes sabrán la semana pasada la PGR aseguró las oficinas de la empresa Oceanografía luego de que Citigroup Inc descubriera un fraude en el que la proveedora de servicios de Pemex estaba inmiscuida.
El hecho anterior tuvo un efecto inmediato dentro del futbol mexicano debido a que Amado Yañez, dueño de la citada empresa, es también propietario de varios equipos del balompié nacional, entre ellos los Gallos Blancos de Querétaro de la Liga Bancomer MX.
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Pero, ¿cómo es que este asunto se relaciona con la mercadotecnia? muy sencillo. Hace un par de años se tomó la decisión de separar a la liga de futbol nacional de la Federación Mexicana de Futbol, esto con el objetivo de convertir al torneo mexicano en un campeonato de élite capaz de competir con los mejores del mundo como la Premier League inglesa, la Serie A o la Liga BBVA. Evidentemente para lograr lo anterior, ubicarse entre los mejores, cualquier marca necesita forzosamente contar con una buena imagen, misma que, como podrán imaginar, quedó severamente manchada por este nuevo escenario ya tan característico de nuestro futbol.
Quizás ustedes podrían llegar a pensar “no veo como esto afecte la imagen de la liga, después de todo el implicado es el Querétaro y no la Liga Bancomer MX”, y por un lado tendrían razón, pero como bien dice el dicho, “dime con quien andas y te diré quien eres”, frase que aparentemente el señor Decio de María, presidente de la Liga Bancomer MX, nunca ha escuchado.
Es decir a final de cuentas el señor Yañez puede desaparecer del futbol mexicano como han hecho tantos y tantos empresarios antes (basta recordad al infamemente celebre Carlos Ahumada), pero el daño ya está hecho, un daño que se pudo haber evitado de analizar a profundidad al señor Yañez y sus negocios, pues no creo que a nadie se le haya hecho de lo más normal que el caballero haya comprado varios equipos con la mano en la cintura…o quizás yo soy muy mal pensado y creo que la Liga Bancomer debe de comenzar a serlo.
Es obvio que este nuevo tropiezo del futbol mexicano no impedirá que diversas marcas continúen apostando por éste, incluso puedo asegurar que nuevas marcas se seguirán sumando al mismo, sin embargo existen diferentes niveles de bienestar y este tipo de situaciones disminuyen significativamente la credibilidad, la imagen y el valor de una propiedad que de ser protegida más cuidadosamente podría valuarse en millones de dólares y no en millones de pesos.