Digital Health era una visión futurista que desde que empezó la pandemia de COVID-19 ha tomado relevancia y se ha hecho una realidad tangible, ya que rápidamente ha aumentado su adopción dentro de la cadena de valor de la industria de la salud así como en la vida del paciente.
Aunque COVID-19 nos ha hecho recordar que nuestra salud es invaluable y vital para nuestro bienestar, la conversación durante la pandemia se ha vuelto monotemática, sólo COVID, dejando a un lado otros temas de salud vitales para la prevención y detección temprana de otras enfermedades. El confinamiento y distanciamiento social han sido una de las principales causas de por qué las personas han dejado de visitar a su médico de cabecera, ya sea para revisiones de rutina y prevención o tratamientos y cirugías programables. Los nuevos diagnósticos de cáncer han disminuido considerablemente, no porque haya menos enfermos, sino porque hay menos diagnósticos. Incluso situaciones de urgencia, cuando el paciente que llega a un hospital COVID-free con algunos síntomas similares a COVID (ej. Afecciones cardíacas), sólo recibe atención médica si se comprueba que no tienen COVID. Este retraso de atención en momentos de urgencias, puede ser la diferencia para sobrevivir.
Hay diversas descripciones de Digital Health. Una es la de Paul Sonnier, autor del libro “The Fourth Wave: Digital Health”, donde habla de cómo Digital Health es la fuerza detrás de la 4ta Transformación del progreso humano, cuando la revolución digital y genómica convergen con la salud, cuidado de la salud, vida y sociedad. Según Stan Kachnowski, Director del Digital Health Program de Columbia Business School, Digital Health es cualquier cosa que venga del cuerpo humano o alrededor de él que pueda traducirse en “0” y “1” y combinarse en un registro humano. También la ve como una revolución de cambio profundo, tipo la revolución digital o la de internet.
Y esta revolución se ha acelerado con la pandemia de COVID-19, ya que Digital Health está ofreciendo soluciones a los diversos eslabones de la cadena de valor de la industria de la salud. Tiene el potencial de aumentar la eficiencia clínica, el acceso y costo de servicio tanto para el sistema como para el paciente. Puede ser de gran impacto tanto para aseguradoras, sistemas y proveedores de salud, así como doctores, laboratorios, asociaciones, y empresas de dispositivos médicos y farmacéuticos. Todos estamos siendo impactados por esta digitalización.
Ya que los datos del paciente son la base para Digital Health, es imprescindible tener información de calidad, a tiempo, consistente, limpia, etc. Durante un webinar de Columbia Business School, S. Kachnowski mencionó 12 maneras para conseguir estos hallazgos y data del paciente:
- E-commerce de la industria de la salud
- Wearables (ej. Apple Watch) y Biosensores
- Apps, herramientas de salud y seguimiento
- Data de Salud científica
- Tecnología de salud móvil (Mobile Health Technology: mHealth)
- Dispositivos médicos digitales
- Telemedicina/Salud virtual
- Medicina personalizada
- Social Media (campañas de salud pública)
- Gamification
- Visualización de Data
- Historia clínica electrónica y flujo de trabajo clínico
Digital Health es un campo complejo, que no es predictivo ni obvio, por lo que es importante considerar los siguientes puntos:
- Integración: Según Kachnowski, es fundamental que las herramientas se integren fácilmente al entorno y sistema ya existente del usuario y lograr un impacto en la calidad, eficiencia, acceso y/o costo. Piensa en desarrollar una plataforma de soluciones en vez de soluciones aisladas. Esta mentalidad debe mantenerse tanto para la invención, adopción y difusión de la solución.
- Patient Centricity: Es complicado saber si las herramientas desarrolladas serán utilizadas por el paciente, los sistemas de salud o empresas de dispositivos médicos y farma. Design Thinking es una gran herramienta donde la innovación se basa en las necesidades del paciente. Conocer su entorno, uso de tecnología y necesidades, será crucial para el uso y adopción de las herramientas. La clave será conocer el entorno, hábitos y capacidades de uso de tecnología del paciente, para ofrecer soluciones que sean adecuadas y accesibles.
- Calidad de la Data del Paciente: Este aspecto es crucial y el que alimenta Digital Health. La privacidad de los datos del paciente debe manejarse cuidadosamente, ya que ésta es una de las principales barreras que un paciente puede tener para usar una herramienta. El HL7-FHIR (Health Level Seven International–Fast Healthcare Interoperability Resources) es un estándar de interoperabilidad creado para facilitar el intercambio de información clínica entre todos los miembros de la cadena de valor de atención médica. Tanto la interoperabilidad como la privacidad de los datos del paciente son indispensables para Digital Health.
Durante la pandemia de COVID-19, Digital Health ha incrementado el acceso del paciente a la salud, reducido costos y tiempo de algunos procesos. Hoy tenemos la oportunidad de insertar estas soluciones y herramientas a nuestro sistema de salud. Ya sea que formes parte de la cadena de valor de la industria de la salud o que seas paciente, acércate a la diversidad de soluciones y herramientas de Digital Health, toma el control de tu salud y prioriza tu bienestar. Nuestra salud es invaluable y nuestro más grande tesoro. Aprovechemos la tecnología a favor de nuestro bienestar
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