Las nuevas tecnologías nos pueden hacer dudar si una noticia es real o no, al grado de no poder distinguir si un texto, foto, audio o video son falsos.
Aunque siempre han existido por diferentes medios; desde hace algunos años circulan en internet noticias falsas, imprecisas o claramente tendenciosas, que buscan desinformar al público. Con las redes sociales se popularizó lo que se conoce como “sátira periodística” que a menudo se confunde con el concepto de Fake news. La sátira periodística es un género literario que construye historias por lo general de humor a partir de noticias reales o inventadas. el 28 de diciembre(día de los inocentes) los medios de comunicación dedican un espacio de su contenido para dar noticias que generan algo de confusión al inicio, pero cierran con la frase “inocente palomita, te dejaste engañar”. Aunque parecen lo mismo, en realidad son muy diferentes. La sátira periodística, reconoce en si misma que no es real, mientras que una Fake news busca parecer a toda costa como real.
Fake News
Las fake news, o noticias falsas, son información creada y difundida con la intención deliberada de engañar y desinformar. Estas noticias falsas suelen aparecer en medios de comunicación tradicionales y plataformas digitales, y pueden abarcar una amplia gama de temas, desde sociales, deportivos, políticos hasta científicos. El objetivo de las fake news es manipular la opinión pública, influir en la toma de decisiones o generar confusión en la sociedad. A menudo se aprovechan de la falta de verificación de la información y se propagan rápidamente a través de las redes sociales, lo que dificulta distinguir la realidad de la ficción.
Las Fake news incrementan considerablemente su presencia en tiempos de campañas políticas, ya que es una herramienta muy útil dentro de la guerra sucia de un candidato contra otro.
Deep Fakes
Un deepfake se caracteriza por ser un tipo de contenido audiovisual creado o manipulado mediante el uso de inteligencia artificial. Utilizando algoritmos de aprendizaje automático, se logra crear videos, imágenes o audios falsos que parecen muy realistas o incluso completamente reales.. Estas técnicas permiten simular la apariencia y voz de personas reales, generando así un alto nivel de engaño visual y auditivo. Mediante la manipulación de imágenes y videos, los deepfakes pueden hacer que una persona aparezca en situaciones comprometedoras o pronuncie palabras que nunca dijo.
En las campañas políticas serán utilizados para tratar de mostrar a un candidato o candidata haciendo o diciendo algo con lo que abiertamente está en contra. El grado de realismo de estos materiales pueden hacer dudar hasta a los involucrados; y aunque se desmientan y demuestre que son falsos, el daño ya está hecho, porque no siempre se ve la aclaración después de una noticia. El público se queda con la idea falsa y muy pocas veces regresan a verificar si fue verdad o no. Estas características hacen que los deep fakes sean una forma muy efectiva de desinformación y manipulación en la actualidad.
Las Fake news se pueden alimentar de Deep fakes para armar una noticia impactante y su uso es cada día mayor por el alto nivel de viralidad que provocan.
La verificación
Para el público es casi imposible identificar un Deep Fake y en el caso de las Fake News, resulta muy complicado determinar su veracidad; de ahí que los medios de comunicación y en especial los periodistas jueguen un papel crucial en la lucha contra las noticias falsas. En esta época de exceso de información, es cuando más necesitamos el trabajo periodístico serio, que por ese proceso de verificación que tiene que realizar, pierde la inmediatez, pero justo ahí esta su ventaja.
Cuando aparece una noticia escandalosa, por lo general la gente ni siquiera abre la nota, pero si la comparte solo por lo que dice el encabezado, logrando con esto que se vuelva viral, sin importar el medio que originó la información. El reto actualmente es educar al público para que resista la tentación de compartir y espere a que un medio reconocido la difunda, lo cual puede tardar algunos minutos, horas o hasta algunos días.
En un mundo de sobre saturado de información, es cuando más necesitamos el rigor periodístico.