Vivimos expuestos a un mundo de información que no necesariamente es valiosa para nuestra productividad o nuestro bienestar emocional.
Sin embargo, debemos tener criterio para elegir y delimitar lo que nos favorece o perjudica.
Es frecuente ver a personas con diversos dispositivos en vez de socializar, realizar ejercicio o diversas actividades. Hemos dejado de vivir una vida real para vivir una vida digital…
Nuestra postura ha cambiado, incluso puede que te hayan salido cayos por tu adicción al celular, tu vista incluso se puede ver perjudicada, no esto no debería ser la normalidad.
Le hemos restado valor a los gestos, sonidos reales, interacciones… yo pienso que no debemos perder la capacidad de sorpresa por disfrutar de la vida y tener aprendizaje vivencial.
A veces nos resistimos a cambiar, en la vida real, no podemos pausar las cosas para ponerles atención cuando tengamos ánimo o nos demos la oportunidad, debemos vivir ahora y con entusiasmo.
Por nuestra salud mental, debemos hacer un receso y poner límites los ladrones de nuestro tiempo.
¡Desconéctate de los aparatos para conectarte nuevamente con tu familia y la sociedad, valora la naturaleza!
Hacer mejor uso de la tecnología te permitirá poder concentrarte a otros temas prioritarios y después veras las cosas objetivamente, incluso te darás cuenta que tienes tiempo para otras cosas como tomar
cursos.
¿Cómo hacer una Dieta digital?
- Lee
- Haz ejercicio
- Define límites en el uso de dispositivos
Tengamos voluntad para vivir una vida de calidad y no aferrándonos en temas que no nos dejan crecer.
Riesgos de la infoxicación digital:
- Desgaste emocional
- Estrés
- Baja o deficiente productividad
- Insomnio
- Falta de concentración
Nuestro mundo laboral, tiene diversas herramientas digitales las cuales tienen varias bondades, pero no debemos caer en los excesos y dejar de aprender. Sí dejamos de aprender y caemos en una rutina, no
nos quejemos de ser sustituidos intempestivamente por máquinas, software o personas mejor preparadas o actualizadas que nosotros.
Me encanta el uso de la tecnología, definitivamente nos agiliza la vida, pero el exceso nos perjudica. Así que definamos límites y ocupemos por nuestro bienestar y productividad.
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