Si bien en California la fiebre del oro y la industria del cine trajeron consigo imprevistas consecuencias sociales y económicas, esta revolución digital centrada en el “Golden State”, ya está pasando factura a las otrora pacíficas y hasta rurales comunidades al norte del Estado y cercanas al “Silicon Valley”, todo como consecuencia del brutal e instantáneo enriquecimiento producto de las “Start-up” exitosas, alianzas simbióticas y las compraventas y salidas a bolsa de los “Millennials” asociados a estas empresas.
Un “IPO” de una de estas empresas, puede crear mil millonarios de la noche a la mañana, fenómeno que no sucede en ninguna otra. Posteriormente, estos “nouveau riche”, empiezan a ejercer un enorme poder de compra transformando el delicado y necesario balance entre valor y costo de todo lo que se consume, se renta, se compra y en general se negocia. Para dar ejemplo de esta tendencia, no hace mucho, un magazine online llamado “VentureBeat”, publicaba un artículo llamado “The Four Dollar Toast” o, ¿Por qué la industria Tech está arruinando San Francisco” refiriéndose al costo de un (1) pan tostado en el menú de un restaurante en una zona habitacional muy “trendy” poblada de los mencionados jóvenes ejecutivos.
El costo de las rentas se ha ido a la azotea sin mencionar el precio de compra. Hermosos y antiguos barrios de San Francisco, Cupertino, Mountain View, San José, Palo Alto y San Rafael entre otros, poco a poco han ido perdiendo sus originales pobladores otrora proveedores locales de cultura, arte y calor de barrio que, al estar carentes de los recursos para habitar esos mismos espacios que ayudaron a construir, tienen que abandonarlos en aras de poder sobrevivir. Muebles, obras de arte, capuchinos, cortes de pelo, bares y restaurantes de todo tipo, cuestan fortunas sólo accesibles a unos pocos. Nuevos e inexpertos pobladores, ávidos de diversión y con recursos sobrantes para lograrlo, ocupan y transforman zonas y costumbres modificando el tejido socio-cultural y el costo de vida.
Así es a veces la oferta y la demanda: brutal y desencarnada. Por desgracia así es el libre mercado y de esa manera son los nuevos productos y servicios que nosotros consumimos ayudando a crear poderes económicos impresionantes. Así pareciera ser la nueva manera de hacer negocios desde la tierra hasta la nube. Probablemente estos son los tiempos que vivimos donde ahora reina gran inequidad y que tendremos que re-analizar. Mas… no toda California es así hoy.