En México, los servicios de cremación de personas tienen un incremento del 10 por ciento anual, mientras que entidades como Nuevo León, Jalisco y la Ciudad de México tienen el 60 por ciento de la demanda, de acuerdo con Grupo Gayosso.
La industria de la cremación en México tardó años en ser aceptada, pese a que tiene más de 30 años. Uno de los motivos era que es considerada costosa, mientras que en países como Estados Unidos es una práctica común. No obstante, desde hace unos años están comenzando a surgir prácticas inusuales como enviar cenizas a la luna, botellas para almacenar de oro, e incluso tour por el mar para liberar cenizas, sin embargo, ahora está cobrando fuerza las empresas que hacen del duelo un lujo excéntrico: convertir en diamantes las cenizas.
De acuerdo con la Asociación de Cremación de Norteamérica, desde hace dos años comenzaron a surgir consumidores excéntricos para este mercado reciente que querían forjar las cenizas en diamantes. Al parecer, más que una idea descabellada, es un nueva industria que es capaz de cristalizar el carbono del cuerpo humano, ya que es el segundo elemento periódico más abundante.
Una de las marcas más experimentadas en la industria es Algordanza in Switzerland, la cual vende sus servicios en 33 países, cuyo producto diamante-humano se llama “gema”. En 2016 forjó más de mil gemas corporales.
El proceso consiste en poner las cenizas humanas o de mascotas en un horno especial, el cual busca la mayor cantidad de carbono, después el elemento es extraído y limpiado de contaminantes, para después forjar el diamante.
Aunque no existe una industria de forjar cenizas humanas en diamantes, ni estrategias de marketing masivas para estas marcas, salvo el marketing de referencia, es decir el “boca a boca”, los precios para aventurarse a forjar diamantes es de 3 mil dólares para un diamantes de 0.3 kilates. Sin embargo, un diamante de 2 kilates tiene un costo de hasta 48 mil dólares.