El consumo y el abuso de drogas en los últimos años, se ha ubicado en el contexto nacional como uno de los problemas de salud pública de mayor relevancia, debido a las consecuencias sanitarias y sociales que experimentan quienes las consumen.
Con ocasión del Día Mundial Sin Tabaco 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recuerda la amenaza que representa este producto para el desarrollo de los países y hace un llamamiento a sus gobiernos para que apliquen medidas firmes de control del tabaco.
Medidas como la prohibición de comercializarlo y publicitarlo, la promoción del empaquetado neutro de los productos que lo contienen, el aumento de los impuestos especiales y la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados y lugares de trabajo.
La OMS afirma que el consumo de tabaco se lleva la vida de más de 7 millones de personas cada año y cuesta a los hogares y gobiernos más de US$ 1,4 billones en gastos sanitarios y pérdida de productividad.
En el informe de la OMS El tabaco y su impacto medioambiental: una visión de conjunto, el primero sobre los efectos de este producto en la naturaleza, se dan algunos datos reveladores:
- Los residuos de tabaco contienen más de 7 mil sustancias químicas tóxicas que envenenan el medio ambiente, algunas de ellas cancerígenas para el ser humano.
- En el humo de tabaco se liberan miles de toneladas de productos cancerígenos para el ser humano, sustancias tóxicas y gases de efecto invernadero, y los residuos de los productos de tabaco son el tipo de basura más numeroso.
- Cerca de 10 mil millones de los 15 mil millones de cigarrillos vendidos diariamente en el mundo se desechan al medio ambiente.
- Las colillas de cigarrillo representan entre el 30 por ciento y el 40 por ciento de los objetos recogidos en las actividades de limpieza costera y urbana.