• Se acerca el Día Internacional del Trabajo y mexicanos no han logrado una justicia laboral integral.

• La conmemoración por los derechos de jornadas justas, todavía tiene pendientes en pleno 2022.

• Llega fecha a 2022 con millones de desempleados, informales y malas condiciones de trabajo.

La crisis sanitaria por contagio de coronavirus en todo el mundo no ha acabado, pero sí dejó a su paso un México en condiciones de reconstrucción económica, donde el Día Internacional del Trabajo de 2022 se celebrará con un grueso poblacional en la informalidad, desempleada o con malas condiciones laborales.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), para inicios de año la población ocupada alcanzó los 55.5 millones de personas y, de estos, sólo febrero de 2022 apuntó 178 mil 867 nuevos trabajadores formales ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Pese a ello, aunque ya pasaron 136 años desde que los mártires de Chicago se levantaron en huelga para establecer una jornada justa de 8 horas, las principales secuelas de un deteriorado sistema de selección de décadas y una pandemia mortal siguen evidenciando malas prácticas empresariales y la precarización laboral de miles de mexicanos.

Día Internacional del Trabajo en México 2022

De 167 millones de mexicanos, la falta de empleo –o al menos de uno bien remunerado– ha lanzado a 40 millones a Estados Unidos en búsqueda de un trabajo que les ayude a dar manutención a sus familias; asimismo, cifras de precariedad evidencian a 35 millones de personas viviendo en la informalidad y 3 millones más desempleados desde que inició la pandemia hasta la última ola de Ómicron.

Y es que esta baja en el capital de trabajo de nuestro país se debe a la visualización que los mismos mexicanos tienen del territorio como mano de obra barata, donde los salarios promedio por actividades económicas básicas no son ni siquiera similares a lo ofertado en Norteamérica. Por ejemplo, en Estados Unidos se paga la hora a 15 dólares (305.19 pesos mexicanos), mientras que en Canadá la hora de trabajo es remunerada a 16 dólares (equivalente a 254.47 pesos). Esto quiere decir que un trabajador en esos países ganan mínimamente entre 120 y 128 dólares por jornada (más de 2 mil 400 pesos).

En contraste, el salario mínimo en México incrementó un 22 por ciento de 2021 a 2022 y, pese a ello, la justicia laboral de los trabajadores no ha logrado el alcance óptimo, pues el sueldo promedio por día de trabajo pasó de 141.70 a 172.87 pesos mexicanos (apenas 8.5 dólares estadounidenses).

“Al mundo entero le urge reactivar sus economías y recuperar fuentes de empleo bien pagadas; esto solo se logrará con “nuevas inversiones”. Aquí la paradoja de nuestros tiempos a la luz de esta celebración histórica: en el siglo XIX a contrapelo de la revolución industrial se luchó contra la explotación del hombre por el hombre; ahora, luchamos por inversiones para hacer valer el derecho a ser explotados, ya que con ellas se crean nuevos empleos, todo menos estar desempleados, sin ingresos, excluidos”, declaró Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

De acuerdo con el experto, todavía falta mucho para trabajar en mejores ingresos que ayuden a las familias a vivir y sustentar, al menos, los productos de la canasta básica, pues poco se puede hacer con menos de 200 pesos al día. Con acuerdos e iniciativas políticas se podrían buscar recuperar los empleos perdidos por el cierre de actividades y comercial de la Covid-19.

Esto, con el fin de evitar el debate y pasar a los hechos en un Día Internacional del Trabajo donde los empleadores no emitan prácticas de explotación laboral ni sean las personas excluidas dentro de la industria, sacando de la pobreza a más de 60 millones de mexicanos que requieren empleo y evitar la certidumbre que genera la volatilidad económica.

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