Las autoridades de Brasil detuvieron este miércoles al presidente ejecutivo de General Electric en América Latina, Daurio Speranzini Jr., como parte de una investigación de un fraude en las licitaciones de equipos médicos que supervisan las autoridades de salud de Río de Janeiro, dio a conocer Bloomberg.
De acuerdo con el medio, además del directivo, los fiscales indicaron que la policía federal estaba llevando a cabo 21 órdenes de arresto por la investigación, que se relaciona con su instituto de trauma conocido como Into.
Según la declaración de las autoridades, el cártel estaba conformado por al menos 33 compañías y operó entre 1996 y 2017; el presunto grupo es acusado de dirigir contratos con el estado de Río y un instituto médico hacia los miembros del grupo, mientras descalifica a los competidores.
Bajo el nombre de “Operación Resonancia”, la investigación es la más reciente sobre fraude y corrupción en Brasil, donde el arresto de figuras políticas y empresariales de alto rango se ha convertido en una rutina; particularmente en la localidad mencionada.
Bloomberg refirió que Speranzini se desenvolvió como jefe de Philips Medical Systems en Brasil. Frederik Knudsen, quien los fiscales señalaron que era el supervisor de ventas en Philips en el país sudamericano durante el periodo investigado, también se encontraba entre las personas que la policía intentaba arrestar.
Asimismo, un documento enviado a un tribunal federal y al que accedió Reuters, los fiscales detallaron que “existen sólidas pruebas de participación” de Speranzini y Knudsen en corrupción, manipulación de licitaciones así como conspiración criminal. Además de los arrestos, la policía comentó que ejecutó 44 órdenes de registro, que incluyen edificios ocupados por Philips así como Johnson & Johnson.
Además de ello, un tribunal federal también ordenó congelar alrededor de mil 200 millones de reales (307 millones de dólares) en activos. Sobre este hecho, GE dio a conocer en un comunicado que las acusaciones se refieren a un periodo en el que el ejecutivo dirigía una empresa diferente.
“La compañía cree que los hechos serán aclarados por la justicia y está disponible para colaborar con las autoridades”, precisó la firma. En tanto Philips precisó mediante una misiva que los líderes actuales de la compañía no estaban involucrados en la operación principal. A su vez, Johnson & Johnson mencionó que cumplió con la legislación brasileña y que está “cooperando plenamente” con la investigación.