Por: Joel Gómez
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Si quieres destruir tu marca, sigue estos cinco sencillos pasos al pie de la letra y te garantizo éxito rotundo.
- No registres tu marca.- El error más común de todo emprendedor es pensar -y actuar en consecuencia- que lo más importante de su negocio es vender, las cosas administrativas y legales pueden esperar (para cuando haya más dinero, tiempo o las dos cosas).
Si la idea y/o el nombre de tu negocio es bueno y lo empiezas a usar (vendes productos o servicios, registras un sitio web, etc.), seguro habrá quienes vean los mismos beneficios o potencial que tu le viste. Tener una buena marca y no registrarla, es como ser rico y tener tu dinero bajo el colchón; tarde o temprano alguien se aprovechará de tu ignorancia o exceso de confianza. El no registrar tu marca le permitirá a cualquier tercero no solo explotarla comercialmente (copiarla), sino incluso ¡hasta registrarla a su nombre! Claro, hay mecanismos legales para reaccionar ante tales abusos, pero ¿para qué meterte en un pleito legal cuando en tus manos esta evitarlo?
- Registra tu marca en la(s) clase(s) incorrecta(s).-Los registros de marca en México se rigen por la Clasificación Internacional de Niza. Las clases 1 a 34 sirven para proteger marcas de productos y las clases 35 a 45 sirven para proteger servicios. Esto significa que dos marcas idénticas de distintos titulares eventualmente pueden coexistir legal y pacíficamente en el mundo marcario. El ejemplo más sencillo lo encontramos en las marcas “Cherokee”, una ampara a vehículos terrestres (Clase 12) y la otra a prendas de vestir de una cadena comercial (Clase 25).Si no sabes exactamente en qué clase o clases proteger tu signo distintivo, podrías estar cavando tu propia tumba, al dejarle el camino libre a alguien que luego registre tu marca en la clase adecuada. También hay que recordar que existen cuatro tipos de marcas, las nominativas (palabra o conjunto de palabras), innominadas (figuras o logotipos), mixtas (mezcla de nominativa e innominada) y tridimensionales (forma de los productos o sus empaques o envases).
- No registres el(los) nombre(s) de dominio correspondiente(s) a tu marca.- Hay gente que piensa que es suficiente con tener una marca registrada, porque si alguien registra un nombre de dominio idéntico o similar en grado de confusión a mi marca “¡luego se lo puedo quitar!”. Esto es parcialmente cierto, pero para lograrlo debes demostrar los 4 o 3 elementos que marcan las Políticas UDRP o LDRP para resolver controversias de nombres de dominio, y pagar $1,500 dólares a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) para llevar el caso, más unos $3,000 dólares a tu abogado para que te redacte la demanda y otros $1,000 dólares de gastos varios. ¿Qué prefieres, invertir $10 o $40 dólares en un nombre de dominio o luego gastar más de $5,000 dólares en intentar recuperarlo? No ignores o menosprecies el valor de los ccTLD’s (nombres de dominio territoriales o de país) como el .mx, si te conformas con el .com es muy probable que te ganen el .com.mx y .mx.
- Ignora las redes sociales.- Para recuperar un nombre de dominio existen procedimientos legales bien establecidos y de éxito comprobado, pero no ocurre lo mismo en redes sociales. Si alguien te gana tu “URL de vanidad” o el nombre de una cuenta equivalente a tu marca en una red social, difícilmente podrás recuperarlo (sin involucrarte en pleitos legales complejos y/o costosos). Tal vez no te quede de otra mas que conformarte con distintos identificadores en las redes sociales, lo cual no solo afecta a la presencia y presentación de tu marca ante el público consumidor, sino inclusive puede tener impactos legales, puesto que las marcas deben usarse tal como fueron registradas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. También es necesario crear estrategias para contrarrestar hashtags negativos, por las razones que a continuación explico.
- Ignora los sitios web “de odio” o “de quejas”.- Por ahí leí recientemente un (pésimo) comentario que más o menos decía: “aparecer en sitios de odio es el mejor aliado de tu marca”. Aclaro que lo de “pésimo” es meramente desde el punto de vista legal. Estos sitios web “de odio” o de “quejas” tienen por objeto lo que su nombre sugiere de manera evidente: quejarse deliberadamente de marcas, productos, servicios o empresas. Todos sabemos la facilidad con la que los usuarios de internet se pueden organizar y manifestarse a través de redes sociales. Lo que pocos saben es que en México recientemente fueron aprobadas una serie de reformas encaminadas a crear y regular las “demandas o acciones colectivas” (conocidas y usadas con frecuencia en Estados Unidos bajo el nombre de “Class Actions”). Esta figura jurídica permite que muchos consumidores o usuarios puedan demandar colectivamente (en una sola demanda) a una empresa. Si bastó un par de semanas de convocatoria en Facebook y Twitter para que un grupo de ciudadanos convocara a una marcha en el Zócalo a la que acudieron miles de personas, ¿no crees que si ignoras un cúmulo importante de quejas sobre tu marca o empresa, también podrías arriesgarte a una “demanda colectiva”? Ojo, no tienen que ser “miles” de usuarios o consumidores para que proceda, con que un puño de ellos se pongan de acuerdo es más que suficiente para meterte en problemas legales.
Moraleja: No seas negligente o confiado, tu marca es el activo más valioso de tu negocio, si no lo proteges tu, nadie más lo hará.