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En su carta de renuncia, el ejecutivo de Google nunca mencionó los casos y controversias de acoso y abuso sexual
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Por el contrario, afirmó que la salida de Larry Page y Sergey Brin fue una señal para terminar su capítulo en la marca
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Tampoco Alphabet ni su subsidiaria reconocieron en su comunicación oficial que la renuncia se debía a estos desafíos
Prácticamente todas las empresas de tecnología están en algún tipo de controversia, algunas por razones más serias que otras. Subaru llamó la atención de ciertos medios y consumidores por el curioso nombre de su nuevo automóvil. Todas las plataformas digitales de publicidad están siendo presionadas por las elecciones de Estados Unidos (EEUU). También sobran las historias de plagios, sobornos y desinformación. Pero la situación en Google es más seria.
La subsidiaria de Alphabet está metida en un sinfín de problemas a lo largo de varios temas y unidades de negocio. Según 9to5Google, su Pixel 4 aún no vive a la altura de las expectativas. Sus operaciones publicitarias enfrentan retos cruciales por los miedos en privacidad, según Martech. The Street explica que sus ingresos podrían empezar a reducirse significativamente en el corto plazo. Y The Globe and Mail apunta que hay desconfianza en el público general.
Pero hay un reto que es particularmente notorio dentro de Google que probablemente definirá su 2020: la cultura organizacional. Un sinfín de sus empleados se han alzado en contra de la empresa por una u otra razón. Esta desconfianza e inconformidad dentro de la empresa es sintomática de una desconexión entre las prioridades y valores de sus líderes y aquellas que están en la base de la marca. Pero la compañía trata arduamente de cambiar este panorama.
Adiós al director legal de Google
De acuerdo con The Verge, David Drummond acaba de abandonar Alphabet. Este experto se desempeñó por más de diez años en Google y su compañía madre como el abogado al frente de su unidad legal. Pero a partir del 31 de enero, dejará de formar parte de la organización. En una carta presentada a Forbes, se dice que el ejecutivo renunció a la compañía por decisión propia. Pero el ejecutivo estuvo involucrado en un sinfín de controversias de acoso sexual.
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No solo se llegó a acusar a Drummond de sostener relaciones inapropiadas con subordinadas. Además, estuvo involucrado en la salida de ejecutivos como Andy Rubin, que a pesar que fue acusado de varios abusos y acosos sexuales, aún recibió 91 millones de dólares (mdd) a su salida. Se espera que el ex-abogado líder de Google abandone el negocio sin compensación alguna. Pero CNBC reportó que habría vendido 200 mdd en acciones de la marca meses atrás.
Una oportunidad de cambio real
Ya otras compañías, fuera de Google, se han visto envueltas en casos de acoso sexual. Hace un mes, Badabun se distanció de su fundador a raíz de varias acusaciones de esta naturaleza. Ejecutivos de alto rango de LVMH han demandado a la empresa de moda por su inacción ante repetidas denuncias de abuso. Uber liberó en diciembre escalofriantes cifras de agresiones en su servicio. Hasta en México, la industria de la publicidad y marketing tiene un sinfín de casos.
Pero volviendo al caso de Google, la compañía de tecnología tiene la oportunidad de corregir el rumbo y demostrar a su gente y el público que está pasando la vuelta a la página. Es cierto que la salida de Drummond de la marca pudo ser manejada de mejor manera. De inicio, pudo haberse hecho desde mucho antes. Además, que el abogado se llevara 200 mdd en acciones deja un mal sabor de boca. Pero se pueden omitir estos detalles y dar una vuelta a la página.
Lo que resultará fundamental para Google es seguir con esta purga de mala influencias dentro de su organización. Lo anterior, se se acompaña de una mejora en las relaciones con su gente, ayudaría a transmitir una mejor imagen de su cultura interna. Algo que debe de implementar en cuanto le sea posible. Estas muestras, aunque imperfectas, revelan una intención de mejora. Pero hay que salir adelante y no espaciar el proceso para de verdad efectuar un gran cambio.