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Despedir a un empleado a través de un mensajes es hoy en día una práctica que nos recuerda lo importante que se vuelve la innovación en el mercado laboral, evaluando en todo momento las repercusiones de llevar a cabo una medida de este tipo.
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Hay estudios que nos advierten de lo costoso de despedir a un empleado y lo importante que es entonces buenas prácticas de gestión laboral.
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El talento de un colaborador se vuelve fundamental en el mercado y un referente de lo importante que es contar con mejores recursos en la forma como se administra al interior de las empresas.
Una verdadera bomba de críticas ha explotado en redes sociales, luego de que el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México, despidió a un empleado a través de mensajes.
El hecho se convirtió en un maremoto de comentarios, desde quienes lamentaron las circunstancias y otros que ofrecieron consejos de cómo debía ser llevado a cabo el despido.
“No conozco las circunstancias específicas pero lo que hiciste, ¿no debió haber sido consultado con recursos humanos o con áreas presupuestales y jurídicas? Despedir así nomás? Fácilmente se catalogaría como despido injustificado y una carga por el pago de indemnizaciones”, comentaron usuarios como @Duckosky.
Otros usuarios aseguraron que el despido a través de mensajes patentó el desconocimiento que hay de la administración pública, por lo que si un servidor público incumple con sus obligaciones, las irregularidades se documentan y se le separa de su cargo en función de la normatividad vigente.
“De lo contrario, das lugar a controversias legales que causan afectación a la hacienda pública”, comentó el usuario @RivasJEH.
Toda esta serie de críticas se han realizado luego de que se hizo público la forma en que José Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México, despidió a un colaborador, hecho que argumenta ahora, se debió a su pésimo desempeño.
Este tipo de situaciones, donde un despido mal realizado se sale de control al ser exhibido en redes sociales nos recuerda lo importante que es contar con buenas prácticas en gestión de talento dentro de las empresas, sobre todo si se trata de oficinas públicas.
El argumento ofrecido por Merino sobre este despido mal ejecutado es que primero, se identificó que el colaborador contaba con “pobre desempeño” y “terrible disposición”, es decir, era un mal colaborador.
Un segundo error en gestión de talento en esta oficina pública y descrito por Merino es que a pesar de que se tenía identificado su pésimo desempeño se le permitió seguir laborando y no se tomaron decisiones oportunas como evitar el costo de un despido.
Sobre el screenshot que mandaron sobre cómo despedí a un miembro de mi equipo. Es cierto. Evidentemente no voy a revelar su nombre, no quiero que esto le afecte más. Mi error fue no haberlo decidido antes y acumular frustración con su pobre desempeño y terrible disposición (1)
— José Merino (@PPMERIN0) July 28, 2021
Efectos de despedir a colaboradores
Capacitar, volver parte del equipo a un colaborador que se niega a mejorar su desempeño o no logra resultados que se le imponen, son acciones inmediatas que deben tomarse en una oficina para evitar complicaciones. Partamos de cifras muy importantes que nos dan una imagen del mercado laboral y una de ellas es la que ha proyectado la plataforma de Workstream, donde se advierte que casi el 50 por ciento de las nuevas contrataciones acaba mal en los 18 meses de haberse llevado a cabo su contratación.
El costo de despedir a un empleado, según esta plataforma, puede llegar a costar a los empleadores hasta un 150 por ciento del sueldo que ese colaborador percibía, por lo que resalta lo importante que se vuelve contar con buenas prácticas de gestión de talento.
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