Por Camila González
Twitter: @camilaglz
Cuando los productos se atribuyen poderes imaginarios, digamos metafóricos, y nos hacen partícipes de los descubrimientos de sus extra bondades, la publicidad no solamente cumple su objetivo, sino que da un paso más. Un caso se evidencia al tomar tres anuncios de desodorantes, todos de 2001, en los cuales tres marcas distintas nos convencen de que hacen más que combatir el mal olor y el sudor. La videoteca Huellas de la Publicidad hace posible este análisis. La publicidad no se limita, ahora se desborda haciendo de los desodorantes motores de acción…
Al quién se le iba a ocurrir que este fragmento de un film de acción tendría como motivador un desodorante. Nadie, supongo. Lo interesante es que Rexona, narrando una escena policíaca, lograr poner nuestra mente en shock de suspenso y, en el cierre, nos habla de sí mismo. No hay que hablar tanto de uno, más vale jugar con los mensajes y permitir que la imaginación vuele de la mano de las ocurrencias de los buenos creativos. Faltan las palomitas, entretiene, a la vez que el producto se empodera.
Anunciante: Rexona.
Categoría: desodorantes/antitranspirantes
. Año: 2001
Como si hace 10 años las marcas de desodorantes se hubieran puesto de acuerdo en sus líneas creativas, Mennen se aferra a la misma línea del contenido del mensaje. Su producto constituye la fuerza, ganas, carácter, decisión y seguridad de la mujer. Casi nada. ¿Todo eso lo venden en el súper entre un envase plástico?
Anunciante: Mennem
. Categoría: desodorantes/antitranspirantes.
Año: 2001.
Y así, tomando un trocito de una historia fugitiva, Axe no duda en apostarle también a la acción, bueno a otro tipo de acción, esa que queda presa en la fantasía de cada cual. Ese es un poder, digo yo.
Anunciante: Axe
. Categoría: desodorantes/antitranspirantes.
Año: 2001